Policía alemana: 600 investigaciones por desalojo de pueblo minero

Erkelenz (Alemania), 22 mar (dpa) - El número de investigaciones a consecuencia del desalojo de activistas climáticos del pueblo minero de Lützerath en el oeste de Alemania, aumentó hasta 600 unas ocho semanas después de la intervención, informó la Policía.


Según las autoridades policiales de Aquisgrán, el número de expedientes en curso aumentó, en parte debido a la evaluación de las grabaciones de vídeo.


De ellos, 150 son por agresiones a agentes del orden. Inmediatamente después del fin de la intervención, el número de denuncias era de 441. Además, según la policía, ahora hay 21 procedimientos preliminares contra agentes de policía. Algunos de ellos habían sido acusados de violencia por los manifestantes.


Lützerath fue evacuado por la policía germana en una operación a gran escala que duró varios días debido a la resistencia de cientos de activistas climáticos. La empresa energética RWE quiere extraer lignito de su subsuelo, en una ampliación de la mina a cielo abierto de Garzweiler.


Tras las protestas, algunas de las cuales fueron violentas, una comisión de investigación llamada "Lützerath" está trabajando en los numerosos expedientes. Algunas de los procedimientos se dirigen inicialmente contra desconocidos, por ejemplo porque los sospechosos iban enmascarados.


En el momento álgido de la intervención policial, el número de agentes desplegados simultáneamente en Lützerath alcanzó la cifra de 3.700.


Según la policía, 115 agentes resultaron heridos, pero 56 de ellos no lo fueron por otras personas, sino que se atascaron en el barro y se cayeron.


La Policía alemana desbloqueó el 11 de enero el acceso al controvertido pueblo minero y comenzó a desalojar el lugar tras un enfrentamiento con activistas que se opusieron a su uso previsto para la minería del carbón.


Esta aldea del oeste de Alemania se convirtió en el último punto álgido de una larga batalla entre manifestantes contra el cambio climático -que exigen un replanteamiento radical de las políticas gubernamentales en la materia- y las autoridades.


Los observadores afirmaron que la Policía no había encontrado la feroz resistencia que se temía, a pesar de que se lanzaron algunos cócteles molotov, piedras y fuegos artificiales.


Cinco días después de que comenzara el desalojo de Lützerath, los dos últimos activistas climáticos que quedaban en él abandonaron un túnel subterráneo. Ambos fueron considerados los últimos ocupantes de Lützerath y con su salida el desalojo se consideró casi completo.