Ministros alemanes viajan a Sudamérica para impulsar acuerdo UE-Mercosur

Berlín/Río de Janeiro, 11 mar (dpa) - El ministro alemán de Economía y Protección Climática, Robert Habeck, y su colega de Agricultura, Cem Özdemir, viajan hoy hacia Brasil y Colombia para tratar asuntos comerciales y para impulsar el proyectado acuerdo entre la Unión Europea (UE) y los miembros del Mercosur.


Los Ministerios a cargo de Habeck y Özdemir indicaron que Brasil y Colombia desempeñan un "papel clave" en la protección global del clima y en la transformación de las economías nacionales hacia modelos verdes y sostenibles, destacando el inmenso potencial de ambos países en cuanto a energías renovables.


Ambos políticos pertenecen al partido Los Verdes, que forma parte de la coalición que gobierna en Alemania junto con los socialdemócratas del canciller Olaf Scholz y los liberales.


Alemania tendrá que importar una gran cantidad de hidrógeno verde para la prevista transformación de la economía orientada hacia el respeto del clima y en base a la electricidad procedente de energías renovables, entre ellas la electrólisis del agua.


Brasil se está convirtiendo en un importante centro del hidrógeno verde con el inmenso apoyo alemán. "Es una situación en la que todos ganan", señaló Ansgar Pinkowski, director de transición energética y sostenibilidad de la Cámara de Comercio Germano-Brasileña en Río de Janeiro.


La energía, el clima y la digitalización también serán temas de las jornadas empresariales germano-brasileñas de Belo Horizonte, a las que asistirán Habeck y Özdemir. Con cerca de 1.000 participantes, el mayor encuentro empresarial de los dos países es el primero de este tipo bajo el nuevo gobierno brasileño.


Según los informes, Alemania quiere aprovechar el "impulso" para cooperar de forma más estrecha con Brasil y Colombia y sus nuevos presidentes, Luiz Inácio Lula da Silva y Gustavo Petro, respectivamente.


La UE lleva mucho tiempo negociando un acuerdo con el Mercosur -que incluye a Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay- que crearía una de las mayores zonas de libre comercio del mundo, con más de 700 millones de personas.


El acuerdo también estaba en suspenso ante la negativa del anterior presidente derechista de Brasil, Jair Bolsonaro, a actuar contra el cambio climático. Sin embargo, Lula ya ha exigido que los europeos hagan concesiones.


En Colombia, Petro, también político de izquierdas, anunció que protegerá la selva tropical y frenará la explotación de yacimientos de materias primas. En la actualidad, Colombia es uno de los mayores proveedores de carbón de Alemania, que ya no recibe entregas desde Rusia debido a las sanciones de la UE en relación con la guerra en Ucrania iniciada por Moscú.


Por su parte, los empresarios alemanes piden una rápida ratificación del acuerdo UE-Mercosur.


El presidente de la Asociación Alemana de Cámaras de Comercio e Industria, Peter Adrian, declaró que la mejora mutua del acceso a importantes mercados, como la ingeniería mecánica, la industria del automóvil y la industria alimentaria, sería de gran importancia para las exportaciones alemanas. Adrian agregó que en la actualidad siguen existiendo importantes barreras comerciales.


A Brasil y Alemania les interesa acelerar la aplicación del tratado, afirmó a su vez Lytha Spindola, directora de desarrollo industrial de la Confederación Nacional de la Industria de Brasil (CNI). "Es una prioridad para nosotros".


Por su parte, grupos ecologistas alemanes reclamaron hoy una renegociación. Lis Cunha, experta en comercio de la organización Greenpeace, señaló a dpa que "el acuerdo UE-Mercosur es un tratado venenoso".


Cunha añadió: "Es veneno para la naturaleza, veneno para nuestros alimentos, veneno para el clima".


La experta calificó al acuerdo previsto de un ejemplo claro de doble moral: "En Berlín, el Gobierno alemán habla mucho de luchar contra la crisis climática y que afecta a las especies. Pero en Sudamérica quiere concluir un acuerdo comercial que promueve productos nocivos para el clima y la naturaleza, como la carne de vacuno, los pesticidas y las incineradoras. Esto no cuadra".


Cunha recalcó que, para los consumidores de Alemania y la UE, el acuerdo también significaría más carne barata, "que no necesitamos en absoluto, porque Alemania ya produce más carne de la que se consume aquí".


A su vez, el director ejecutivo de la agrupación Foodwatch, Chris Methmann, criticó que la versión actual del previsto acuerdo "pone en peligro la protección de los consumidores europeos" al tiempo que perjudica a los bosques tropicales, el clima y los derechos humanos en Sudamérica.