Obispo admite grave situación de iglesia católica alemana por reformas

Dresde (Alemania), 27 feb (dpa) - El presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, Georg Bätzing, admitió hoy que hay serios conflictos en el seno de la Iglesia por el proceso de reformas puesto en marcha por los obispos alemanes.


"Es una situación grave, crítica, lo digo claramente, y por supuesto también sobre nuestra reunión aquí", dijo Bätzing al comienzo de la reunión plenaria de primavera de los obispos católicos en Dresde.


Tanto el Vaticano como algunas conferencias episcopales de otros países han expresado recientemente fuertes reservas sobre la llamada "vía o camino sinodal" de reforma, donde la iglesia católica alemana debate reformas como la bendición de parejas homosexuales o la ordenación de mujeres como sacerdotes.


"Así que no vamos tranquilos por el Camino Sinodal", admitió Bätzing.


En su opinión, sin embargo, esto no representa un peligro de escisión: "Los que hablan de escisión están queriendo sacar partido de eso. No hablo de ello porque nadie lo quiere". "Creo que ese es el ambiente general que nos caracteriza, y desde luego no será fácil", vaticinó.


Obispos conservadores han acusado en repetidas ocasiones a sus pares alemanes de encaminarse hacia un nuevo cisma eclesiástico con sus planes de reforma.


El llamado Camino Sinodal, en marcha desde 2019, busca la renovación en cuatro áreas: la posición de la mujer, la moral sexual católica, el manejo del poder y el celibato obligatorio, el celibato obligatorio de los sacerdotes.


La próxima semana, la quinta y última asamblea sinodal se reunirá en Fráncfort para debatir el rumbo de la reforma.


Antes, los 65 obispos se reunirán en Dresde para coordinar sus puntos de vista. La mayoría de ellos se consideran partidarios de la reforma. Sin embargo, no está claro si algunos de ellos se dejarán presionar por las recientes declaraciones muy críticas de Roma y votarán después en contra de las reformas.


Una minoría de obispos conservadores siempre se ha opuesto abiertamente a la renovación.


Cinco de ellos, incluido el cardenal Rainer Maria Woelki, de Colonia, enviaron una carta al Vaticano en la que se oponían a la creación de un órgano permanente de toma de decisiones en el que participarían también personas no clericales. Este nuevo órgano se llamará Consejo Sinodal.


Bätzing dijo que la carta de estos cinco no había llegado a sus manos hasta hoy. "De alguna manera sigue habiendo perturbaciones, eso está claro, porque hasta hoy los miembros de la Conferencia Episcopal no conocemos la carta de los cinco, que ha sido dirigida a Roma".


El titular de los obispos germanos señaló que, sin embargo, al final del proceso de reforma la iglesia alemana no se quedará en absoluto con las manos vacías.


"Hemos conseguido cambiar fundamentalmente el derecho laboral de la Iglesia católica", mencionó como ejemplo. En virtud de esta reforma ya no se puede discriminar a los empleados de la Iglesia por su orientación sexual.