Policía inicia desalojo de pueblo minero alemán y choca con activistas

Erkelenz (Alemania), 11 ene (dpa) - La Policía alemana logró desbloquear hoy el acceso al controvertido pueblo minero de Lützerath y comenzó a desalojar el lugar tras un enfrentamiento con activistas que se oponen a su uso previsto para la minería del carbón.


Esta aldea del oeste de Alemania se ha convertido en el último punto álgido de una larga batalla entre manifestantes contra el cambio climático -que exigen un replanteamiento radical de las políticas gubernamentales en la materia- y las autoridades.


A primera hora de hoy se produjeron altercados cuando agentes de policía entraron en Lützerath para desalojar el lugar, donde el gigante energético alemán RWE planea ampliar una mina de lignito.


Sin embargo, los observadores afirmaron que la Policía no había encontrado la feroz resistencia que se temía, a pesar de que se lanzaron algunos cócteles molotov, piedras y fuegos artificiales.


El Gobierno federal condenó enérgicamente la violenta resistencia de los activistas. "No lo entendemos", declaró en Berlín el portavoz del gobierno, Steffen Hebestreit.


El ministro del Interior del estado federado de Renania del Norte-Westfalia, Herbert Reul, se declaró "perplejo" por los ataques a los agentes de policía.


Por la tarde, la Policía comenzó a retirar a los activistas de árboles y plataformas, según un reportero de dpa en el lugar de los hechos.


A la entrada de Lützerath, las excavadoras comenzaron los trabajos de demolición. Una de las señales de la ciudad fue retirada a primera hora de la tarde.


Se iniciaron los trabajos de construcción de una valla perimetral de 1,5 kilómetros, que se esperaba que estuvieran terminados al final del día, según un portavoz de RWE.


Los habitantes de este pueblo ubicado a unos 40 kilómetros al oeste de Colonia abandonaron el lugar hace tiempo. Pero los activistas llevan meses ocupando varios edificios y su número ha aumentado en las últimas semanas.


La Policía reforzó su presencia en los alrededores del pueblo en los últimos días. A primera hora de hoy anunciaron por megafonía que cualquiera que permaneciera en la zona "deberá enfrentarse a la posibilidad de ser coaccionado directamente" para que la abandonara.


Un portavoz de los activistas respondió a la operación policial diciendo que "la gente está completamente decidida a quedarse, a resistir y a proteger los árboles y los edificios".


Los manifestantes de Lützerath habían sido advertidos de que esperaran el desalojo después de que un tribunal regional dictaminara el lunes que podía llevarse a cabo legalmente.


Además de levantar barricadas, los activistas han construido unas 25 casas en los árboles de Lützerath. Según estimaciones policiales del martes, unos 300 manifestantes se alojaban allí.


El jefe de la policía de Aquisgrán, Dirk Weinspach, había pronosticado que la operación podría ser una de las más difíciles de los últimos años, y pidió refuerzos a las fuerzas policiales de todo el país.