El viernes 13 pierde su significado de "mala suerte" en Alemania

Por Ulrike von Leszczynski (dpa)

Berlín, 12 ene (dpa) - Mala suerte, tristeza, desgracia. El viernes 13 suele asociarse con cosas desagradables, ¿o es cosa del pasado?


Los expertos en cultura afirman que esta superstición, ahora correctamente denominada creencia popular, está cayendo en el olvido entre los alemanes.


La causa podría ser una combinación de secularización, digitalización y un presente que depara horrores muy reales, desde pandemias a guerras en Europa. De todos modos, la fobia, el miedo patológico únicamente al viernes 13 nunca ha existido como cuadro clínico independiente.


Gunther Hirschfelder, profesor de ciencias culturales comparadas en la Universidad de Ratisbona, investiga desde hace décadas fenómenos como el del viernes 13. 


Sus estudiantes realizaron en el año 2000 entrevistas en profundidad en la región de Renania. En aquel momento, un tercio de los entrevistados seleccionados al azar dijo que ese día tenía algún significado para ellos. 


Hirschfelder considera improbable conseguir hoy en día un resultado similar. "Ya no tratamos así el tema de la buena y mala suerte", asegura el experto, y añade que actualmente hay menos gente que crea en poderes superiores que antes.


"La suerte y la desgracia están relacionadas hoy para mucha gente con estar sano o no ser borrado en aplicaciones de citas como Parship y Tinder", añade el científico.


"El viernes 13 era cuando íbamos a la oficina en la época de la antigua República Federal o incluso en la (extinta) República Democrática Alemana (RDA) y decíamos que, con el parabrisas congelado,  habíamos golpeado el parachoques de alguien", dice Hirschfelder. Explica que la idea era iniciar la comunicación, "similar a una cultura del chiste".


En el mundo digital, sin embargo, en el que pocas personas se encuentran presencialmente en la oficina, casi no ha sobrevivido este tipo de comunicación sencilla, que tampoco se puede publicar en las redes. "Y no basta con que se caiga una botella de bebida gaseosa para que se produzca un escándalo en Facebook", comenta Hirschfelder.


¿Existe el fenómeno de la gente que se queda en la cama y llama para decir que está enferma por puro miedo al viernes 13? Una consulta al seguro médico KKH arroja como resultado que en el pasado, en los años 2006 a 2008, en esas fechas hubo entre tres y cinco veces más bajas por enfermedad que otros viernes.


¿Y hoy? KKH, con alrededor de 1,6 millones de asegurados, utilizó un método diferente para escanear sus datos de 2019 a 2022. El panorama estadístico del día de supuesta mala suerte es ambivalente.


En 2020, el primer año de la pandemia de coronavirus, los dos viernes que cayeron en día 13 ocuparon un llamativo primer puesto entre todos los viernes de ese año en cuanto al número de notificaciones de enfermedad.


Los años 2021 y 2022, en los que un solo viernes cayó en el día 13, quedaron bastante atrás, ocupando los puestos 29 y 27 respectivamente. En 2019, con dos viernes 13, se situó en el noveno puesto. Sin embargo, las fobias como motivo de baja fueron poco frecuentes en todos esos años.


Según Christina Jochim, vicepresidenta de la Asociación Alemana de Psicoterapeutas en Berlín, el viernes 13 pertenece a la categoría del pensamiento mágico.


"Porque ese miedo no está relacionado con una situación concreta, sino que es anticipatorio", dice la psicoterapeuta, que considera que es "una especie de miedo al miedo". Solo eso, apunta, es muy raro. "Si ocurre, suele surgir en un contexto con un trastorno de ansiedad generalizada", explica.


Sin embargo, desde su punto de vista, no es buena idea quedarse en la cama el supuesto día de mala suerte. "Todos los trastornos de ansiedad tienen en común que el no afrontarlos conduce a más ansiedad", afirma.


Para el científico cultural Hirschfelder, la creencia popular en torno al viernes 13 es sorprendentemente reciente en Alemania.


De todas formas, ni el viernes ni el número 13 gozan de buena reputación en la cultura cristiana porque Jesús fue crucificado el Viernes Santo y el 13 va más allá del conocido sistema de los doce apóstoles, las doce horas o los doce meses.


Según Hirschfelder, la combinación de ambos como día de mala suerte solo está documentada desde la década de 1950 y probablemente sea una importación cultural de Estados Unidos.