Alemán Richter simpatiza con protestas climáticas con sopa de tomate

Hamburgo, 21 ene (dpa) - El artista alemán Daniel Richter afirmó que las protestas de activistas climáticos arrojando sopa de tomate sobre obras de arte no representan un peligro para las pinturas al óleo y son una forma de expresión válida.


"Los óleos son prácticamente indestructibles, como la pintura de coches", dijo Richter, uno de los más destacados artistas alemanes contemporáneos, durante una entrevista con la revista "Der Spiegel". Y añadió que tampoco tendría problema en que su obra pasara por este trance.


Afirmar lo contrario, manifestó Richter, no es más que propaganda de los curadores y curadoras, que "tienen que decir eso para que su trabajo parezca más importante. Puedes limpiar sopa de tomate de uno de mis cuadros y asunto terminado".


Las declaraciones del artista de 60 años se produjeron luego de una serie de incidentes en diferentes países, protagonizados por activistas de Just Stop Oil, que arrojaron sopa de tomate a pinturas famosas, entre ellas a "Los girasoles" de Vincent Van Gogh. En la mayoría de los casos, las obras se encontraban protegidas por un cristal.


Richter, quien ganó fama en la década de 1990, cuando llegó al arte procedente de la escena musical punk okupa de Hamburgo, también manifestó su simpatía por los activistas del clima y los okupas.


La desobediencia civil, consideró, es prácticamente obligatoria: "Es una prueba de que vives en democracia y no en cualquier otro sistema".


Un documental sobre la vida del artista, titulado "Daniel Richter", del director germano Pepe Danquart, se estrenará en los cines de Alemania el próximo 2 de febrero.


Danquart acompañó a Richter durante tres años, registrando su evolución artística, siguiéndolo a sus grandes exposiciones en Nueva York y París y observándolo en su atelier.