Activistas resisten en túnel y Policía desaloja pueblo minero alemán

Erkelenz (Alemania), 13 ene (dpa) - Dos activistas climáticos continuaban hoy en un túnel a cuatro metros de profundidad en la localidad minera alemana de Lützerath para evitar la demolición del pueblo, mientras la Policía continúa con el desalojo del lugar, informó hoy una portavoz de la iniciativa "Lützerath Lebt" (Lützerath vive).


La portavoz añadió que los dos manifestantes están decididos a encadenarse en cuanto se intente sacarlos de allí, en el tercer día de la operación policial para completar el desalojo.


El jueves, un vídeo que mostraba dos hombres encapuchados y publicado en "Youtube" causó revuelo. En él, activistas bajo los nombres de "Pinky" y "Brain" afirmaban estar en un túnel bajo Lützerath.


"Tenemos pruebas de que el vídeo es auténtico", comentó hoy un portavoz de la Policía.


"No sabemos cuán estables son estas estructuras subterráneas", había indicado previamente el jefe de la Policía de Aquisgrán, Dirk Weinspach, cuyos agentes dirigen la operación. Añadió que las fuerzas especiales de emergencia están estudiando "cómo llevar a cabo el rescate de forma adecuada".


La entrada al túnel fue acordonada hoy por la mañana. También se encontraban bomberos en el lugar.


La Policía tiene previsto además evacuar la última casa ocupada que queda en la aldea. El terreno de Lützerath pertenece a la empresa energética RWE, que con la demolición del pueblo pretende ampliar la explotación minera de lignito colindante.


Esta aldea del oeste de Alemania se ha convertido en el último punto álgido de una larga batalla entre manifestantes contra el cambio climático -que exigen un replanteamiento radical de las políticas gubernamentales en la materia- y las autoridades.


La Policía empezó a desalojar el lugar el miércoles, utilizando en ocasiones plataformas elevadoras para sacar a los activistas de las viviendas que habían montado en los árboles.


El jueves, numerosas cabañas de madera y barricadas fueron arrasadas por excavadoras y las casas de los árboles fueron desmanteladas. La Policía estimó que más de 300 personas habían abandonado Lützerath.


Según fuentes policiales, el jueves se pudo determinar la identidad de unas 70 personas. Se presentaron cargos contra seis de ellas por resistencia a las fuerzas del orden y daños a la propiedad.


Desde el inicio de la operación, los jueces han enviado a tres personas a prisión preventiva de larga duración. Dos de ellas quedaron en libertad tras facilitar sus datos personales.


Al parecer, dieciséis policías resultaron heridos durante la operación, cinco de ellos debido a enfrentamientos con los manifestantes. Hasta el momento, solo uno de los activistas sufrió heridas leves.


Según un reportero de dpa, todavía hay varias decenas de activistas ocupando la zona vallada de la aldea.


Los activistas que aún permanecen en la localidad aguantaron a pesar de la intensa lluvia, los fuertes vientos y las temperaturas por debajo de los diez grados centígrados registrados a primera hora del viernes.


El Gobierno federal y el regional acordaron con RWE adelantar a 2030 el fin a la explotación minera de carbón en la región, pero el acuerdo no salvó al pueblo de Lützerath.


El Gobierno afirma que, hasta esa fecha, el carbón seguirá siendo necesario para garantizar la seguridad del suministro energético de Alemania, dada la agitación del mercado provocada por la guerra de Rusia contra Ucrania.


Por su parte, el ministro de Economía y Protección del Clima, Robert Habeck, del partido Los Verdes, se mostró hoy poco comprensivo con las masivas protestas contra la demolición de Lützerath para la extracción de lignito.


"Hay muchas buenas razones para manifestarse a favor de una mayor protección del clima, y si por mí fuera, incluso contra Los Verdes. Pero Lützerath es sencillamente el símbolo equivocado", declaró Habeck al semanario "Der Spiegel".


El ministro indicó que el pueblo no es el símbolo de la continuación de la minería de lignito a cielo abierto, sino "el final de la línea".


Adujo que la eliminación progresiva del carbón en la cuenca se adelantó ocho años, hasta 2030, lo que fue siempre el objetivo del movimiento por el clima.


"Estamos salvando cinco pueblos y granjas con unos 450 residentes. Se ha asegurado el bosque de Hambach. La cantidad autorizada de carbón extraído a cielo abierto se ha reducido a la mitad por el acuerdo", agregó.