Por fin hay un medicamento contra la obesidad que funciona y se llama Semaglutida

 EFE

Son pocos los medicamentos para bajar de peso aprobados por la Agencia Europea del Medicamento y aún menos, los libres de contraindicaciones y reacciones adversas. Laboratorios Novo Nordisk rompe el esquema con un compuesto innovador que imita la estructura molecular del Glucagón: la Semaglutida.


¿Qué tiene de especial la Semaglutida?


A diferencia de otros fármacos que persiguen el mismo fin, la Semaglutida repite la estructura molecular de la hormona antagónica de la insulina, por lo que, en lugar de propiciar que el exceso de glucosa en sangre sea almacenado en forma de grasa, favorece que la misma se queme.


En la actualidad, el compuesto se encuentra disponible en dos presentaciones: inyectable y en cápsulas. El primer formato responde al nombre de Ozempic, mientras que el segundo a Rybelsus.


Desafortunadamente, ambos medicamentos son de venta exclusiva con receta médica en casos de obesidad mórbida.


En este sentido, mientras se espera la aparición de un fármaco que funcione y sea 100% seguro, la única opción es cambiar los hábitos alimenticios, evitar el sedentarismo y confiar en la acción de pastillas adelgazantes fabricadas a base de ingredientes naturales.


Frente a la variedad de opciones y el desconocimiento de su eficacia o cuales están correctamente formuladas, conviene echar un vistazo a las comparativas que ofrecen los nutricionistas y médicos que han puesto a prueba medicamentos como Orlistat, Mysimba y Sadexa.


Importante avance en el tratamiento farmacológico de la obesidad


La obesidad figura entre los principales problemas de salud pública de la sociedad moderna. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), representa un importante detonante en la aparición de múltiples enfermedades cardiovasculares y de la Diabetes Mellitus Tipo 2 (DM2).


Por desgracia, son limitados los avances terapéuticos al respecto. La Semaglutida arroja un poco de esperanza para los pacientes. El análogo del péptido similar al Glucagón Tipo 1 (GLP-1), es uno de los contados fármacos de eficacia comprobada en el tratamiento de la DM2.


Aliado en la pérdida de peso y la salud en general


Además de actuar como coadyuvante para tratar la Diabetes Mellitus Tipo 2, su efecto hipoglucemiante repercute en la disminución de las probabilidades de sufrir eventos cardiovasculares (ECV) y en la pérdida de peso, sobre todo, en pacientes con obesos con buena tolerancia al uso de dosis elevadas.


En el estudio financiado por Novo Nordisk arrojó que, los pacientes sometidos al consumo del fármaco junto a una dieta equilibrada y ejercicio, experimentaron un cambio porcentual de peso corporal del 5% después de 68 semanas.


Asimismo, y de manera secundaria, experimentaron importante reducción de los niveles de presión arterial, perfil lipídico y glucemia basal.


Efectos colaterales casi nulos


En líneas generales, el tratamiento con Semaglutida se considera seguro. Los efectos adversos varían en función del paciente y se relacionan al sistema gastrointestinal.


Entre las reacciones frecuentes sobresalen las náuseas, diarrea y vómitos, aunque se trata de eventos de leve intensidad en la mayoría de los casos.


Opinión de los médicos respecto al tratamiento con Semaglutida para bajar de peso


No es un secreto la mala fama que tienen los fármacos para bajar de peso. Tanto los medicamentos recetados como los de venta libre, oscilan entre resultados mediocres e importantes efectos secundarios, de hecho, algunos resultan mortales.


El compuesto no escapa de esta realidad, los especialistas en obesidad confían en su eficacia y nivel de seguridad en el control cónico del peso.


Si bien está diseñado para adultos con índice corporal superior a 30, también puede ser utilizado por personas con IMC inferior a 27, siempre que experimentan dolencias vinculadas al sobrepeso, tales como colesterol alto e hipertensión.


Certificado por la FDA


Novo Nordisk acostumbra a realizar diferentes estudios antes de solicitar la aprobación de alguno de sus fármacos ante la FDA, la Semaglutida no es la excepción.


De acuerdo a las declaraciones de la Dra. Jennifer L. Kirby, profesora de la División de Endocrinología y Metabolismo de University of Virginia Health System, los resultados alcanzados por el medicamento no tienen precedentes. Su uso representa un importante avance ante los limitados recursos disponibles.


Durante las investigaciones y ensayos, al menos un tercio de los participantes que recibieron 2,4 mg del compuesto semanalmente perdieron alrededor del 20% de su peso corporal, frente al 2,4% alcanzado por quienes recibieron el placebo.


Doble eficacia


La explicación médica del efecto del medicamento se encuentra en su capacidad para imitar a la hormona GLP-1, de esta forma, promueve la producción natural de insulina después de comer.


A su vez, esto permite la pérdida progresiva de peso y reducción de los niveles de azúcar en la sangre sin grandes riesgos de efectos secundarios.


Por otra parte, el fármaco actúa de manera centralizada en el cerebro y suprime el apetito; el nivel de control brinda a los pacientes la oportunidad de comer menos y escoger alimentos poco calóricos.