Oliver Kahn ve "humillantes" plátanos y ruidos de mono en los estadios

Berlín, 12 dic (dpa) - El legendario portero de fútbol alemán Oliver Kahn reconoció en un podcast difundido hoy que considera "humillantes" las imitaciones de mono y los plátanos que los aficionados rivales le lanzaron en los estadios durante su carrera.


Kahn dijo que estas circunstancias también contribuyeron a que tuviera que buscar ayuda médica para tratar el agotamiento y la depresión durante su carrera.


El exguardameta del Bayern Múnich y actual presidente de la junta directiva del club muniqués hizo sus declaraciones en un podcast grabado junto a su terapeuta de toda la vida, el profesor Florian Holsboer.


Kahn también evocó cómo estuvo a punto de derrumbarse por su error como portero en la final del Mundial de 2002, que propició la derrota de Alemania por 2-0 ante Brasil.


"Dos mil millones de personas me vieron fracasar", aseguró Kahn, que ahora tiene 53 años.


La vergüenza, su desbordante ambición, la creciente presión externa por triunfar y los fracasos deportivos como la final de la Liga de Campeones con el Bayern en 1999, perdida contra el Manchester United en el tiempo de descuento, habrían acabado por desesperarle.


Kahn aseguró que solo con la ayuda de Holsboer pudo salir de su depresión. Sin embargo, para él nunca fue una opción abandonar el competitivo mundo del fútbol, sino que más bien "quería buscar la manera de desarrollar una nueva capacidad de resistencia en mi profesión".


Con el podcast, encargado por la fundación de Holsboer, el médico muniqués y Kahn quieren desestigmatizar las enfermedades mentales.


En este contexto, también se refirió al caso recientemente conocido de Benjamin Pavard, defensa francés del Bayern, que pudo hacer pública su depresión sin consecuencias negativas. Para Kahn, esto era impensable durante su trayectoria deportiva, que finalizó en 2008, aunque subrayó que muchas cosas han cambiado en el fútbol actual.


El dirigente del Bayern también se mostró convencido de que el lanzamiento de plátanos y los ruidos de mono ya no se toleran en los estadios.