Ópera Estatal de Berlín atraviesa fase de incertidumbre sin Barenboim

Por Gerd Roth (dpa)

Berlín, 10 oct (dpa) - Desde hace tres décadas que la Ópera Estatal Unter den Linden de Berlín gira en torno a una persona: el director de orquesta argentino-israelí Daniel Barenboim.


El director no solo indudablemente es uno de los genios de la música en su campo, sino que ejerce el poder en uno de los teatros de ópera más importantes del mundo.


Pero, tras varias afecciones recientes, la grave recaída de salud de este hombre de 79 años plantea cuestiones fundamentales sobre el futuro de la institución. Son tiempos inciertos.


"El propio Daniel Barenboim dijo frecuentemente que un trabajo de este tipo solamente se puede hacer con plenas fuerzas", comentó el director artístico Matthias Schulz a dpa en Berlín. "Por eso, en las próximas semanas habrá más conversaciones".


Schulz también hizo notar la importancia del puesto que desempeña Barenboim para el teatro. "El director musical general tiene muy claramente una posición clave", indicó.


La Ópera Estatal tiene grandes deudas de gratitud con Barenboim. Porque, durante su paso, hubo una evolución artística, al igual que importantes modificaciones.


Antes, la Ópera Estatal tenía que simular la reverberación de la música con amplificación electrónica. Después de que Barenboim mandara elevar el techo de la sala cinco metros, el tiempo de reverberación casi se duplicó.


En lugar de una maraña de sonidos, la transparencia emana ahora del foso de la orquesta. El proyecto fue una de las razones por las que la renovación demoró cuatro años más y costó 400 en lugar de 240 millones de euros (unos 388 en lugar de 233 millones de dólares).


Por eso, el director artístico Schulz cree que la Ópera Estatal tiene una deuda enorme con Barenboim. "Ha pasado 30 años desarrollando esta orquesta, llevando a la Staatskapelle Berlín a una flexibilidad que ahora también hace posible un 'Anillo' de esta calidad", puntualizó.


La celebrada nueva puesta en escena del "Anillo del Nibelungo" de Richard Wagner fue completada el domingo por la noche con "El ocaso de los dioses", como último de los cuatros estrenos. 


La puesta extremadamente chispeante, pero que también recibió algunos abucheos, del director ruso Dmitri Cherniakov, con quien Barenboim colabora exitosamente desde hace años, fue pensada como un regalo de cumpleaños para el músico argentino-israelí. El director de orquesta celebrará sus 80 años el próximo 15 de noviembre.


La batuta estuvo en manos del especialista en Wagner Christian Thielemann. El director general de la Staatskapelle de Dresde, muy celebrado por el público que asistió al estreno, es considerado un potencial candidato para suceder a Barenboim, cuyo contrato expira en 2027.


Tras bajarse del "Anillo", nuevamente llegaron malas noticias para Barenboim. El martes pasado, anunció su retiro durante un largo período de tiempo, en un mensaje difundido en sus cuentas en las redes sociales.


El músico escribió: "Mi salud se ha deteriorado en los últimos meses y me han diagnosticado una grave enfermedad neurológica". Barenboim explicó que ahora necesita concentrarse en su bienestar físico tanto como sea posible y que, para ello, se retirará de algunas de sus actuaciones, "especialmente de la dirección".


Mientras tanto, el director artístico Schulz considera que la Ópera Estatal, tras la dura fase del saneamiento, es en la actualidad "extremadamente saludable y estable".


Al mismo tiempo, destacó: "Desde hace algún tiempo probamos que también podemos hacer frente a ausencias de nuestro director musical general". Y así debe ser, según indicó, en un proceso que Barenboim también apoyó.


¿Y cuánto tiempo pueden seguir así las cosas? "Ante una enfermedad de este tipo, resulta difícil hacer predicciones sobre la recuperación", comentó Schulz. "Tenemos que afrontarlo juntos".