Por Christoph Lother, Frank Kastner y David Langenbein (dpa)
Berlín, 22 may (dpa) - Domenico Tedesco fue bañado en cerveza por sus jugadores, y Christian Streich, en ovaciones de la afición. Aunque el vencedor de la Copa Alemana este sábado fue el entrador del Leipzig, su homólogo del Freiburg no estaba menos orgulloso, y valoró el apoyo de los hinchas incluso más que el trofeo.
Para el Leipzig fue el primer título en sus 13 años de historia. "Estoy encantado", dijo Tedesco, que también aseguró sentir "alivio" tras las muchas críticas de la afición, sobre todo en los días previos a la final.
El motivo es que el club es propiedad de una asociación detrás de la cual se encuentra el fabricante austriaco de bebidas energizantes Red Bull, lo que lo convierte para muchos aficionados en un equipo surgido de forma "artificial".
A ellos les hubiera gustado que los sajones volvieran a fracasar tras perder las finales de Copa de 2019 y 2021, pero esta vez el Leipzig consiguió la victoria por penalties a pesar de estar en inferioridad numérica durante mucho tiempo.
Tampoco se prodigaron las felicitaciones. Una de las pocas fue la del director general del Bayern Múnich, Oliver Kahn, que escribió en Twitter: "¡Nos vemos en la Supercopa!".
El Leipzig ganó la tanda de penaltis por 4-2 convirtiendo todos con seguridad después de que el partido acabara 1-1.
El título fue meritorio porque el Freiburg se adelantó en el minuto 19 por medio de Maximilian Eggestein y luego el Leipzig se quedó con un hombre menos por la expulsión de Marcel Halstenberg en el minuto 57. El empate llegó por medio de Christopher Nkunku en el 76.
Pese a la derrota, el entrenador del Freiburg habló de "una temporada increíblemente buena" porque su equipo se clasificó por primera vez para la Europa League y para la final de la Copa Alemana.
"Fue genial lo que pasó aquí con la gente", dijo Streich, que fue celebrado con su equipo por el mar de hinchas vestidos de rojo incluso mucho después de que el partido hubiese acabado.
"La forma en que se comportaron los aficionados en la ciudad: 30.000 y totalmente pacíficos. Si pudiéramos conservar eso en este club, sería mi mayor deseo. Por eso estoy contento de renunciar a una victoria en la Copa, aunque sea difícil para mí", añadió.
Ambos clubes lo celebraron hasta la madrugada del domingo en locales alquilados especialmente para ello en el centro de Berlín, antes de regresar a sus respectivas ciudades.
El ganador de la Copa atravesará Leipzig en un camión abierto hasta la zona del estadio Red Bull Arena esta tarde, mientras que la fiesta del Freiburg será a partir de las 20:00 horas en Friburgo.
El director general del Leipzig, Oliver Mintzlaff, se mostró convencido de que seguirán las celebraciones una vez que acabe la fiesta en Leipzig, y de hecho el jugador Kevin Kampl anunció en la emisora "Sport1" que los jugadores se irán tres días a Ibiza.
"Es todo difícil de asimilar, realmente no tengo palabras para el partido, estoy inmensamente orgulloso. No suelo llorar, pero después del último penalti simplemente lloré de emoción", dijo por su parte el atacante Emil Forsberg.
El capitán y portero Péter Gulácsi, que al igual que Forsberg estuvo en las dos derrotas anteriores en la final de la Copa Alemana ante el Bayern y el Borussia Dortmund, calificó el exitoso final de temporada como un "momento increíblemente hermoso".
El Leipzig acabó cuarto en la Bundesliga y consiguió además una plaza en la Liga de Campeones la próxima temporada. Tras la eliminación en semifinales de la Europa League, una derrota en Berlín habría sido un golpe amargo para el club. "El espíritu de equipo que mostramos fue extraordinario", dijo Gulácsi.
"Hemos hecho historia. Espero que esto sea solo el principio", sentenció por su parte el defensa Willi Orban.
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