Berlín, 22 abr (dpa) - El canciller alemán, Olaf Scholz, anunció el suministro de más armas a Ucrania, en una entrevista publicada hoy por el semanario "Spiegel", en la que también reconoció errores en el controvertido proyecto del gasoducto germano-ruso Nord Stream 2.
"Las posibilidades de la Bundeswehr (Fuerzas Armadas) para suministrar más armas de sus arsenales están en gran medida agotadas. Sin embargo, entregaremos sin duda lo que aún esté disponible", dijo Scholz, mencionando armas antitanque, minas antitanque y munición de artillería.
Scholz reveló que, junto con la industria alemana, se elaboró una lista de equipos militares que pueden entregarse rápidamente a Ucrania, y añadió que tal listado fue consultado con el Ministerio ucraniano de Defensa.
"Así que, como antes, se trata de armas defensivas y morteros para combates de artillería", indicó.
El jefe del Gobierno alemán agregó que, a corto plazo, las armas de los antiguos arsenales soviéticos, con las que los ucranianos están muy familiarizados, son las que tienen más sentido. Scholz precisó que, a medio plazo, Alemania ayudará a Ucrania a ampliar sus capacidades de defensa, "también con armas occidentales".
El canciller socialdemócrata rechazó la acusación de que tiene demasiadas dudas sobre el tema o que hace declaraciones contradictorias. "Para Alemania, fue un profundo cambio de rumbo cuando anuncié que suministraría armas a esta zona de guerra", subrayó.
"Muchos de los que antes rechazaban categóricamente esta medida se exceden ahora con la exigencia de entregar muchas más, sin conocer los hechos con exactitud", lamentó.
Scholz expresó que tampoco ve razón alguna para modificar la política del Partido Socialdemócrata (SPD) respecto a Rusia: "Desde los tiempos de Adenauer, se han hecho las mismas interpretaciones falsas y calumniosas sobre la política del SPD en Europa y Rusia, algo que me molesta".
El demócrata cristiano Konrad Adenauer fue el primer canciller de la República Federal de Alemania tras la Segunda Guerra Mundial y gobernó entre 1949 y 1963.
"Estoy a favor de cualquier debate sobre la política futura. Pero rechazo entrar en un debate a partir de una mentira", reclamó Scholz.
Scholz admitió también que se cometieron errores en relación con el gasoducto Nord Stream 2 para llevar gas ruso a Alemania a través del mar Báltico.
Scholz señaló que Alemania debería haber sido más independiente del gas ruso ya en 2014, cuando se desató el conflicto en el este de Ucrania y en península de Crimea.
"En el último caso, Alemania debería haber financiado terminales de gas natural licuado e infraestructuras de importación para las refinerías de petróleo del este de Alemania, aún si no hubiesen sido rentables", comentó Scholz, agregando que ese fue el verdadero error.
El jefe de Gobierno alemán reconoció que algunas de las sanciones impuestas ahora a Rusia tras la invasión de Ucrania también deberían haber sido implementadas en aquel momento.
El canciller germano afirmó que el gasoducto germano-ruso Nord Stream 2, cuya terminal en suelo alemán se encuentra en el estado federado de Mecklemburgo-Pomerania Occidental, nunca fue esencial para el suministro energético de su país. "El problema no es que haya dos, tres o cuatro gasoductos, sino que todos vienen de Rusia", subrayó Scholz.
También se defendió de la acusación de haber apoyado indirectamente el objetivo ruso de excluir a Ucrania del tránsito de gas y de los ingresos por tasas relacionados con este servicio. Scholz enfatizó que Alemania había garantizado por contrato que el gas ruso seguiría siendo suministrado a través de Ucrania.
Scholz declinó hablar sobre una fundación del clima impulsada por el gobierno regional de Mecklemburgo-Pomerania Occidental, financiada en gran parte con dinero procedente de los acuerdos sobre el gas ruso y que también había apoyado la construcción del gasoducto.
"Esa es una decisión que han tomado el gobierno y el parlamento regionales de Mecklemburgo-Pomerania Occidental", alegó el canciller socialdemócrata, apuntando que las conversaciones que mantuvo con la primera ministra Manuela Schwesig, su correligionaria que gobierna en ese estado, fueron confidenciales.
Tras el inicio de la guerra en Ucrania por parte de Rusia, el gobierno alemán detuvo la puesta en marcha del gasoducto, cuyas obras ya habían sido finalizadas.
Posteriormente, la primera ministra Schwesig se distanció del proyecto y también de la llamada Fundación del Clima MV, calificando ambos de errores.
Según una resolución del parlamento regional, la fundación debe ser disuelta, pero hay una disputa aún no resuelta al respecto. Schwesig se enfrenta actualmente a críticas masivas por su anterior curso favorable a Rusia.
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