Por Derek Wilson (dpa)
Berlín, 7 abr (dpa) - La perspectiva de que el Hertha Berlin se convierta por fin en un "club grande" sigue siendo un sueño, así que por ahora el derbi del sábado contra el Union Berlin le ofrece la esperanza de salvarlo o hundirlo aún más en la cola de la tabla.
El Hertha ocupa la decimoséptima posición en la clasifiación, en zona de descenso directo, mientras que sus vecinos, más modestos, son séptimos y van en busca de una plaza para competir en Europa.
El inversor Lars Windhorst dicutió públicamente con la directiva del Hertha, mientras que la decisión del máximo directivo, Fredi Bobic, de nombrar -y despedir- a Tayfun Korkut como entrenador fue recibida con consternación por los aficionados.
Bobic recurrió al veterano Felix Magath para salvar la temporada, pero a la victoria por 3-0 ante el Hoffenheim -a la que el técnico no pudo asistir por una infección de coronavirus- le siguió una decepcionante derrota por 2-1 ante el Bayer Leverkusen.
"El equipo afrontó el partido contra el Leverkusen de forma equivocada", declaró Magath en la página web del Hertha. "Deberíamos haber mostrado más compromiso, no haber sido tan pasivos. Creo que los jugadores lo han entendido y lo harán de otra manera en el próximo choque", agregó.
El guardameta del Hertha Alexander Schwolow está entre los descartados, pero el club tendrá todo el apoyo de su afición en un estadio que se prevé lleno al levantarse las restricciones contra el coronavirus.
El Union ganó en el Estadio Olímpico berlinés a principios de esta temporada en un partido de la Copa Alemana a puerta cerrada, pero también disfrutará del apoyo de 12.000 personas, que viajarán a la zona oeste de la capital desde Köpenick, barrio en el antiguo sector oriental berlinés.
"El derbi siempre es un partido especial, y con los aficionados aún más", explicó el capitán del Union, Christopher Trimmel, a medios de comunicación locales. "La ciudad lo necesita, la ciudad lo quiere. Los jugadores estamos deseando que llegue", añadió.
En contraste con las elevadas ambiciones del Hertha, el Union sigue con los pies en el suelo, con la permanencia como prioridad, pero situado en la parte alta de la tabla y en semifinales de la Copa Alemana.
"Sería una tontería que bajáramos una marcha y estropeáramos los partidos anteriores solo para estar más en forma en la Copa", dijo Trimmel. "No lo haremos".
En el otro extremo de la clasificación, el líder, el Bayern Múnich, recibe a su vecino bávaro, el Augsburgo, con la intención de recuperarse de la derrota por 1-0 sufrida en la ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones ante el Villarreal español.
"Vamos a reponernos", aseguró el atacante Thomas Müller. "Queremos ganar en la Bundesliga el sábado, y luego seguir adelante", comentó.
El Borussia Dortmund, segundo clasificado, puede recortar primero la distancia con el Bayern a seis puntos si abre la vigesimonovena jornada, el viernes, con una victoria en el campo del Stuttgart, otro equipo en apuros, pero renunció prácticamente a su lucha por el título tras caer por 4-1 en casa contra el Leipzig la semana pasada.
El domingo, los sajones se enfrentarán al Hoffenheim para cerrar la fecha, después de que el Bochum reciba al Leverkusen y el Eintracht Frankfurt se enfrente al Freiburg.
El resto de partidos del sábado son el Wolfsburgo-Arminia Bielefeld, el Colonia-Mainz y el Greuther Fürth-Borussia Mönchengladbach.
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