Un antiguo búnker nazi permanece escondido en el bosque alemán

Por Andrea Löbbecke (dpa)

Ober-Mörlen (Alemania), 29 ene (dpa) - A primera vista, se trata de una propiedad discreta que aparece en el borde del bosque, poco detrás de la pequeña localidad alemana de Langenhain-Ziegenberg, a unos 40 kilómetros al norte de Fráncfort.


Con su balcón de madera cubierto de hiedra, tal vez podría ser una gran casa de guardabosques, si no fuera por la enorme subestructura de hormigón.


El edificio situado en la frontera con la cadena montañosa del Taunus es un antiguo búnker de la época nazi y perteneció al cuartel general de Adolf Hitler "Adlerhorst" ("Nido de Águila").


Los elementos de madera de su fachada son en realidad solo un camuflaje, para ocultar su verdadera característica durante la Segunda Guerra Mundial.


Los nazis también construyeron varios búnkeres unos kilómetros más allá, en Wiesenthal. Hitler permaneció allí desde mediados de diciembre de 1944 hasta mediados de enero de 1945 para dirigir la ofensiva de las Ardenas. Sin embargo, esta parte del "Adlerhorst" fue volada por los aliados después de la guerra.


"En la región oriental del Taunus hubo lugares que tuvieron un significado especial para los acontecimientos de la guerra, pero que hoy casi nadie conoce", dice el historiador Bernd Vorlaeufer-Germer, quien organiza viajes educativos en la zona para sacar del olvido estos lugares del capítulo más oscuro de la historia alemana y su significado.


El "Adlerhorst" fue el primer y mayor cuartel general de Hitler en lo que más tarde se convirtió en el territorio de la República Federal de Alemania, explica el experto. Este "Nido de Águila" no debe confundirse con el edificio representativo del mismo nombre en los Alpes de Berchtesgaden, cuyo nombre fue popularizado por los aliados.


Los búnkeres de los alrededores de Langenhain-Ziegenberg, que forma parte del municipio de Ober-Mörlen, fueron construidos por empresas alemanas a partir de 1939, explica Vorlaeufer-Germer.


También fue trasladado a una dependencia del "Adlerhorst" en el vecino castillo de Kransberg un grupo de prisioneros del campo de concentración de Buchenwald, para perforar un túnel de escape en el macizo montañoso poco antes del final de la Guerra Mundial, en 1944 y 1945.


La construcción en la dura roca presentaba grandes dificultades, dice el experto. Para conmemorar los trabajos forzados y el sufrimiento de los prisioneros de los campos de concentración, se erigieron en 2013 cuatro placas conmemorativas por iniciativa de Vorlaeufer-Germer.


El búnker de Langenhain-Ziegenberg, disfrazado de albergue de guardabosques, fue utilizado durante un tiempo por las fuerzas armadas alemanas como depósito, pero las instalaciones están ahora vacías. En los alrededores aún se conservan varios edificios del complejo "Adlerhorst", pero algunos de ellos están muy deteriorados.


Vorlaeufer-Germer destaca la relevancia de recordar los crímenes de los nacionalsocialistas, que para los habitantes de la región ocurrieron prácticamente en la puerta de su casa.


"Sería muy ignorar esta parte de nuestra historia", dice el experto de 79 años, quien no teme que el lugar se convierta en un sitio de peregrinación para neonazis y extremistas de derecha. Más bien aboga por "revalorizar la historia con buena información", y no dejarla en manos de los ultraderechistas.