Museo alemán de Bonn dedica una exposición completa al cerebro

Por Christoph Driessen (dpa)

Bonn, 27 ene (dpa) - El objeto más conmovedor de la nueva exposición en el museo Bundeskunsthalle de la ciudad alemana de Bonn no es una obra de arte, sino un caja con una serie de notas de un paciente ya muerto que padecía de demencia.


Este hombre, al parecer altamente instruido, llenó cientos de tarjetas de distintos colores a mano, algunas de las cuales completó con dibujos.


"¿Cuándo fue la separación?", dice en una de ellas. "¿Tengo el libro 'El honor perdido de Katharina Blum'? ¿Existe?".


Al parecer, el hombre ya no estaba seguro siquiera de si existía este libro del autor alemán Heinrich Böll. Hay otras anotaciones más filosóficas: "¿En casa o al asilo?" O: "El viejo mandamiento: ¡No preguntarás!". Otras son más bien tristes: "¿Cómo me comunico con Karin?". Karin era su hija.


"El cerebro. En el arte & la ciencia" se llama la fascinante exposición que cruza arte, historia de la cultura y ciencia, pero en la que también juegan un papel importante la filosofía y la religión.


En eje de la muestra son los más recientes descubrimientos en relación a la investigación del cerebro, que se dividen en cinco preguntas simples para facilitar la experiencia del visitante:


Pregunta 1: ¿Qué tengo en la cabeza? Respuesta: Bastante poco. El cerebro no solo es blando como un flan, sino que también es mucho más pequeño de lo que muchos creen. Se parte de la base de que desde hace 100.000 años no crece considerablemente. El motivo de esto es que el metabolismo no podría abastecer a un cerebro más grande. Ya ahora, el cerebro consume incluso en reposo un 20 por ciento de la energía total por más que representa solo el dos por ciento de la masa corporal.


Pregunta 2: ¿Cómo me imagino los procesos en el cerebro? Por lo general, de forma errónea. Desde hace mucho tiempo circulan numerosos mitos como, por ejemplo, que los matemáticos y los científicos utilizan principalmente el hemisferio izquierdo del cerebro, donde se encuentran la lógica y la racionalidad.


O que los poetas, pintores y estrellas de rock piensan más bien con el hemisferio derecho, en el que al parecer se alojan la creatividad y la intuición. Actualmente, de acuerdo con el catálogo de la exposición, la ciencia considera que esto no es cierto.


Pregunta 3: ¿Somos lo mismo yo y mi cuerpo? Esto es en parte una cuestión de fe. La investigación del cerebro renuncia a términos como "alma" y "espíritu" y prefiere hablar de "conciencia". Las llamadas experiencias cercanas a la muerte son atribuidas por los científicos simplemente a una falta de irrigación del cerebro.


Sin embargo, para Linda Bulthaup, quien trabaja en un centro de cuidados paliativos, no hay duda de que los seres humanos tienen alma. Afirma que las personas moribundas suelen hablarle de sus padres o abuelos. "A veces con tanto realismo que me da un poco de miedo y me pregunto realmente si no hay alguien más en la habitación con nosotros", cuenta.


La Bundeskunsthalle presenta, además, una pieza muy especial: hizo trasladar desde París el cráneo de René Descartes, que no es otro que el inventor del "pienso, luego existo". En la calavera hay una inscripción según la cual el gran filósofo "flota en las esferas del cielo" desde su muerte en 1650.


Pregunta 4: ¿Cómo veo el mundo? Como me gusta, por supuesto. Por ejemplo: en un experimento, un grupo de estudiantes fue enviado a una sala de profesores en la que había un estante con libros casi vacío. Un par de horas después, tenían que describir el lugar.


La mayoría dijo que el estante estaba casi lleno, porque eso es lo que se espera de una sala de profesores, que haya un estante lleno de libros. Es decir que el cerebro no representa el ambiente exactamente como es, sino como debería ser en base a varias experiencias previas, lo cual por lo general es más eficiente.


Pregunta 5: ¿Debo optimizar mi cerebro? Depende. Ya hoy en día existen implantes para el cerebro que ayudan a aliviar enfermedades como el Parkinson. Quizá esto evolucione a largo plazo hacia la idea de los cyborgs. Pero la tan citada frase "usamos apenas el 10 por ciento de nuestro cerebro" es falsa.


Entre otras cosas, sugiere que se puede entrenar el cerebro para ser más inteligente. Pero la realidad es que distintas investigaciones demostraron que las personas especialmente inteligentes pueden hacer con poco esfuerzo y sin forzar demasiado el cerebro cosas que personas menos dotadas hacen con mucho más gasto energético.