Astronauta alemán Maurer pasará una Navidad inolvidable en el espacio

Por Birgit Reichert y Wolfgang Jung (dpa)

Oberthal/Colonia (Alemania), 21 dic (dpa) - El astronauta alemán Matthias Maurer reconoció que pasará una Navidad inolvidable a bordo de la Estación Espacial Internacional (ISS), que orbita a unos 400 kilómetros sobre la superficie terrestre.

"Naturalmente que es un momento especial vivir la Navidad en el espacio", afirma Maurer a dpa y añade que esta será una  "oportunidad increíble" y única. 

"Veré prácticamente todas las localidades del mundo desde arriba. Y por lo tanto podré celebrar mentalmente la Navidad junto con todas estas personas en la Tierra, es un pensamiento hermoso", manifiesta el astronauta. 

Sin embargo, no tendrá demasiado tiempo para dedicarse a los festejos el 24 de diciembre. "Trabajaremos en Nochebuena y por lo tanto deberemos recuperar lamentablemente la Navidad con un poco de retraso", afirma el hombre de 51 años.

La razón es que, dos días antes, se espera una cápsula de suministro de Space X, que también transporta algunos experimentos europeos. Entre ellas se encuentran muestras biológicas que deben ser procesadas rápidamente.

Por lo tanto, esto significa que durante la Nochebuena, tras el horario laboral, se festejará brevemente, tal vez durante la mañana del 25 de diciembre. Y el astronauta comenta que la tripulación tendrá día libre el lunes.

"Además, parto de la base de que mis colegas rusos volverán a celebrar la Navidad a principios de enero y, si esto es así, por supuesto estaremos encantados de unirnos a las celebraciones", adelanta Maurer.

El astronauta oriundo de Oberthal, en el estado del Sarre, relata que la cápsula también trasladará al espacio "algunas pequeñas sorpresas de nuestros seres queridos desde casa". Y se muestra confiado: "También espero que entre ellas haya algún pequeño regalo para mí".

La comida navideña también llegará en el transporte. Sin embargo, "seguro no será tan buena como las especialidades del Sarre" que comió con sus colegas de tripulación en el día de San Nicolás, el 6 de diciembre. "Todos los platos de mi tierra fueron un éxito total", agrega con orgullo.

Para la gran celebración, Maurer desenvolverá el pequeño árbol de Navidad de plástico que está durante todo el año en la estación. Y no se privará de hablar por teléfono con su familia y amigos en casa.

"Especialmente extrañaré, como es lógico, el tiempo compartido con mi familia y mis amigos. Cuando estamos sentados a la mesa, comemos muchas cosas ricas y nos contamos historias que sucedieron durante el último año", indica.

También echará de menos salir a pasear por el bosque para disfrutar del frío invernal, así como tener un poco de tiempo para sí mismo. "Los momentos reflexivos sobre todo, los echaré de menos", añade.

El astronauta de la Agencia Espacial Europea (ESA) partió el 11 de noviembre junto con tres colegas de la agencia espacial estadounidense NASA rumbo a la ISS.

Maurer se convirtió así en el duodécimo alemán en viajar al espacio y el cuarto en ocupar la ISS. Estará un periodo de seis meses en la estación espacial, durante los cuales realizará numerosos experimentos y probablemente también cumplirá una misión en el exterior.

El astronauta germano cuenta que, hasta ahora, no sintió nostalgia. "Aquí en la ISS hay tantas cosas por descubrir y por hacer, uno ni siquiera tiene tiempo de pensar en ello".

¿Y qué fue lo que más le impresionó hasta ahora? "Naturalmente la visión de la Tierra y la increíble capacidad de adaptación del cerebro humano", responde sin dudar.

Tras apenas un día sin gravedad, relata, ya su cerebro se encontraba en condiciones de decir "este es mi nuevo entorno, este es mi nuevo hogar".

Además, considera que es positivo el cambio de perspectiva. "En la Tierra uno siempre siente que es infinitamente grande, pero con esta vista desde el espacio uno reconoce realmente que vivimos en un pequeño planeta cerrado", manifiesta.

"Hay infinitamente tanto a nuestro alrededor que aún no comprendemos y aún no investigamos. Creo que el potencial de lo que hay por descubrir en el espacio, lo que hay por aprender allí, aún no lo hemos comprendido verdaderamente", analiza.

Maurer apunta que el tiempo pasa volando. "Tenemos muchísimo por hacer y está bien así", dice. Durante el día, puntualiza, hay muchos experimentos, así como trabajos de mantenimiento en la estación. "Y entonces, por la noche, uno está cansado y enseguida se tira en la cama para acabar flotando en su saco de dormir".