Pistas alemanas de esquí se preparan para recibir nuevamente turistas

Por Sabine Dobel (dpa)

Garmisch-Partenkirchen (Alemania), 14 nov (dpa) - Las pistas de esquí alemanas reabrirán a lo largo de los próximos días, a pesar del rápido aumento de la incidencia del coronavirus en el país.

Casi todas las estaciones de esquí germanas estuvieron cerradas por la pandemia durante un año y medio. El Zugspitze, la montaña más alta de Alemania con sus 2.962 metros, será la primera en abrir sus pistas el próximo viernes.

El subdirector del área gastronómica del tren cremallera que lleva a los turistas desde Garmisch-Partenkirchen hasta el pico de la montaña, Hannes Berkmann, da indicaciones en la cocina, donde ya se acumulan bolsas con papas fritas.

Berkmann y sus compañeros de trabajo aguardan a unos 6.000 visitantes diarios durante la temporada invernal en el Zugspitze. Estos clientes suelen consumir cientos de kilos de papas fritas en un día.

A los remontes de Zugspitze de momento solo podrán acceder vacunados y personas restablecidas del coronavirus.

En Baviera está vigente el estado de emergencia debido a la elevada cifra de enfermos de coronavirus. Las cabinas funcionan actualmente con un máximo de dos tercios de pasajeros, para mantener una mayor distancia.

Mientras tanto, en Sajonia-Anhalt, en la estación de Wurmberg (971 metros) todavía no están del todo claros los procedimientos por la pandemia. El jefe de operaciones del teleférico Wurmberg, Fabian Brockschmidt, afirma que probablemente se expidan boletos por horas, en lugar de por día.

En todo caso estarán vigentes tanto la norma "3G" para frenar los contagios con covid-19 -que los pasajeros estén vacunados, recuperados o presenten una prueba negativa-, como la obligación de llevar mascarilla.

Próximamente comenzará la producción de nieve artificial. "Nuestra meta es que para Navidad las pistas estén operativas", apunta Brockschmidt.

Tanto los hoteles como otros alojamientos para pasar la noche perciben la moderación de los clientes. "Actualmente sobre todo se reciben preguntas para reservas a corto plazo. En comparación a los años previos a la pandemia, la situación de las reservas para el invierno europeo -y también para la época veraniega- es notablemente contenida", dice Teresa Hallinger de la asociación turística bávara Berchtesgaden.

Mientras tanto, los preparativos en el Zugspitze se realizan a un ritmo acelerado. La nieve del año pasado, acumulada en forma de depósito en las hondonadas protegidas y en las laderas orientadas al norte, debe distribuirse para que al menos las pistas de los dos telesillas puedan utilizarse el próximo viernes, aunque no haya nieve nueva.

"Estamos en la fase final", dice Tobi Gansler, director de los remontes y flota de máquinas pisanieves. Tanto él como sus colegas se encuentran circulando por las pistas desde la mañana hasta la caída del sol.

Gansler asegura que miran con optimismo de cara a las próximas semanas: "Todos nos alegramos de eso". Sin duda, la mirada retrospectiva hacia la temporada perdida aún les deja un sabor amargo. "Habríamos estado preparados. Habría sido un invierno estupendo".

La situación del coronavirus requiere medidas adicionales. Algunas compañías emplean más trabajadores, por ejemplo para realizar los controles.

Hay muchas cosas en las que pensar, por ejemplo los cubiertos. Los clientes no pueden llevárselos, y el personal debe empaquetarlos en bolsas. "Por eso encargué 2.000 tenedores y cuchillos", indica Berkmann.

Nadie quiere pensar en el escenario de que la temporada pueda llegar a perderse debido a la difícil situación del coronavirus. "Eso sería una catástrofe", asevera Berkmann.

Los conceptos de higiene se respetan y mientras se esquía se está prácticamente solo al aire libre, añade. El après-ski, actividades después de esquiar en las que el virus se extendió rápidamente a principios de 2020 en la pequeña villa austriaca de Ischgl, no existe en Alemania.