Museo de Historia Natural de Fráncfort celebra bicentenario

Por Eva Krafczyk (dpa)

Fráncfort, 16 jul (dpa) - Los ojos de un niño pequeño brillan cuando ingresa de la mano de su madre en la sala de los dinosaurios del Museo Senckenberg de Historia Natural de Fráncfort. Un grupo de niños en edad preescolar está sentado con un guía a los pies de los esqueletos de los gigantes de la prehistoria. Su entusiasmo es enorme.

"Sí, los dinosaurios siempre son geniales", comenta la directora del museo, Brigitte Franzen, en el 200 aniversario del museo, uno de los mayores de su tipo en Alemania, fundado en 1821 poco después de la Sociedad Senckenberg de Estudios de la Naturaleza.

"La idea de participar es algo que me llevé de cuando era niña en los años 70", revela la historiadora del arte. "Una de las exposiciones grandiosas de aquella época fue 'Entorno 2000'".

En aquel entonces, los visitantes eran confrontados con una escultura hecha de basura al ingresar y una pared cubierta con papel de aluminio en la que se debían pegar las gomas de mascar. "Creo que esa idea de plantear preguntas e instar a la reflexión es una buena estrategia", añade.

También busca respuestas en los visitantes, por ejemplo, con el cuestionario "Museum of Tomorrow" (Museo de mañana), en el que se pueden proponer ideas, expresar deseos y plantear mejoras.

Una novedad que llegará al museo en noviembre es el llamado taller de investigación. "Los investigadores estarán a disposición para conversaciones y debates", señala Franzen. "Además, se podrá participar de manera virtual en expediciones y excavaciones. Y habrá nichos de trabajo, donde se podrán realizar tareas de investigación".

Los directores de museos muchas veces se enfrentan al dilema: ¿qué se debería mostrar a los visitantes? En el caso del Senckenberg esto es especialmente complicado.

"La colección abarca 40 millones de objetos. En el museo mostramos unos 10.000", explica Franzen, aclaradon que lógicamente se trata de exhibir los 10.000 "correctos", que "representan la investigación y la historia".

Así, en el marco de la acción "Museum of Tomorrow" se presentan la historia y el presente del museo y de las colecciones a través de 20 objetos. Obviamente no puede faltar un dinosaurio: con el cráneo de un tricerátops está representado uno de los más famosos de estos animales prehistóricos.

El caballo de Messel, primitivo pariente del caballo actual, también forma parte de la muestra, así como el modelo de un dodo, un ave extinta considerada un símbolo de la desaparición de especies.

La directora espera que el museo incluya pronto un nuevo tema de exposición: la evolución del ser humano. "Los visitantes quieren saber de dónde venimos, dónde estamos y hacia dónde vamos". Franzen opina que en la colección hay objetos geniales para explicar "lo destructivo y creativo que pueden ser los humanos".

El Senckenberg quiere ser un museo democrático, una plataforma para debates. Y eso responde plenamente a la idea de hace 200 años "de que la investigación y la reflexión sobre la naturaleza no sucedan entre cuatro paredes, sino de forma abierta al público", subraya su directora.