Copa Alemana: hazaña del Leipzig o poderío del Dortmund


Por Tom Bachmann y Heinz Büse (dpa)

Berlín, 12 may (dpa) – La final de la Copa Alemana que se disputa el jueves permitirá al Borussia Dortmund salvar otra mediocre temporada o, por el contrario, que el Leipzig logre la hazaña de colocar el primer trofeo importante en sus vitrinas.

La posición de partida de los dos finalistas de la Copa difícilmente podría ser más diferente, aunque el hambre de títulos es igual de grande en ambos lados. "Somos mejores que hace dos años, hemos madurado. Será un partido totalmente igualado. Todo lo anterior se puede borrar. Será único", dijo Yussuf Poulsen, del Leipzig.

El delantero lleva en el club desde tercera división y sufrió la derrota ante el Bayern Múnich en la final de 2019. La última final copera del Dortmund se remonta a 2017, en la que venció al Eintracht Frankfurt, su único título de los últimos nueve años.

"Es demasiado poco", admitió el director deportivo Michael Zorc. "Por eso volamos a Berlín, para ganar otro título", agregó.

Apenas hay jugadores que hayan ganado títulos importantes, a excepción del campeonato austriaco por parte del noruego Erling Haaland. El atacante volvió a los entrenamientos el martes y contra el Leipzig podría volver a marcar. En dos partidos, les marcó cuatro goles, aunque en el 3-2 de la Bundesliga del sábado, el jugador de 20 años estuvo ausente por lesión.

Pero, junto a Haaland, Jude Bellingham, Giovanni Reyna, Jadon Sancho y Thorgan Hazard tampoco conocen aún la sensación de un título importante. Incluso el capitán Marco Reus solo tiene en su haber la Copa de 2017. "No queremos limitarnos a mirar el trofeo, queremos tocarlo después del partido", dijo el entrenador Edin Terzic.

"Nos comprometemos a hacer todo lo posible para ganar la Copa", añadió. Sería la quinta del Dortmund.

Tanto para Terzic como para Julian Nagelsmann, es su última oportunidad de ganar un título en sus actuales clubes. Terzic será sustituido por Marco Rose y Nagelsmann se incopora al Bayern de Múnich a final de temporada.

Nagelsmann, en particular, se ha puesto el listón muy alto. "Me encanta dejar mi propia huella", subrayó el técnico de 33 años cuando asumió su cargo en Leipzig. Así que tiene que vencer en Berlín antes de irse al Bayern. Tal vez Nagelsmann, aparentemente frío, quiera ser recordado por los aficionados del Leipzig antes de su marcha.

El hecho de que los hinchas de ambos clubes no puedan estar en el Estadio Olímpico de la capital alemana perjudica naturalmente a los jugadores y a los entrenadores, pero lo hacen más seguro.

No hay muchos clubes que comercialicen su visión del fútbol de forma más diferente. El Dortmund esgrime su "amor real" y su tradición, y el Leipzig nació como un producto creado a base de inversiones austriacas millonarias. Las diferencias se materializaron en Dortmund en 2017 con ataques violentos a los hinchas del Leipzig.

Pero, al final, encontraron un denominador común en la gestión. "En los últimos años, nos hemos acercado más porque, como club joven, siempre miramos lo que podemos aprender de los clubes de éxito", dijo el director general del Leipzig, Oliver Mintzlaff, a "Sport Bild".

Su homólogo del Dortmund, Hans-Joachim Watzke, devolvió la pelota limpiamente: "La guerra de trincheras ideológica ha quedado atrás".

Así es la batalla por el segundo puesto del fútbol alemán por detrás del Bayern. En este caso, el Dortmund sigue estando por delante en varios parámetros, y una victoria en Berlín sería toda una declaración.

Por otro lado, una victoria del Leipzig en la Copa podría ser la primera señal duradera de un cambio de guardia. "¡Atacaremos! Ese es nuestro papel", prometió Mintzlaff.