Berlín: Presidente alemán condena "ataque al corazón de democracia"


Berlín, 30 ago (dpa) - El presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, condenó hoy enérgicamente la irrupción de manifestantes en las escaleras del edificio del Reichstag, sede del Parlamento, durante las protestas en Berlín el sábado por la tarde contra la gestión política frente a la pandemia de coronavirus.


"(La presencia de) banderas del Reich (Imperio Alemán, 1871-1918) y de eslogans de la extrema derecha frente al Bundestag (Parlamento alemán) son un ataque intolerable al corazón de nuestra democracia. Nunca aceptaremos esto", declaró Steinmeier hoy.


"Nuestra democracia funciona", subrayó Steinmeier, y acotó que cualquiera que esté molesto por las medidas implantadas a causa de la pandemia del coronavirus o dude de la necesidad de las mismas puede hacerlo, también públicamente, incluso en manifestaciones.


"Mi comprensión (sobre las protestas) termina cuando los manifestantes se dejan manipular por grupos enemigos de la democracia y agitadores políticos", añadió.


Steinmeier agradeció a los agentes de Policía "que actuaron con extrema calma en situaciones difíciles".


El sábado por la tarde, grupos de manifestantes superaron una barrera de contención delante del edificio del Reichstag en Berlín y se precipitaron a las escaleras del mismo. Agentes de seguridad hicieron retroceder a los transgresores. Utilizaron spray de pimienta y hubo enfrentamientos.


Anteriormente se había celebrado un mitin delante del edificio del Parlamento germano. También se pudieron observar algunas banderas negras, blancas y rojas que históricamente corresponden al periodo del Imperio Alemán y que son utilizadas por adeptos al movimiento identitario "Reichsbürger" (Ciudadanos del Imperio), un colectivo de extrema derecha que niega el Holocausto.


La Policía disolvió la manifestación, efectivos despejaron la plaza frente al Reichstag y alejaron a los manifestantes.


Según las estimaciones de las autoridades, un total de unas 38.000 personas participaron en las diversas marchas de protestas del sábado en la capital germana.


De acuerdo con un informe vespertino del titular de la cartera de Interior de Berlín, Andreas Geisel, unas 300 personas fueron arrestadas durante el día, 200 de ellas en disturbios ocurridos frente a la embajada rusa, donde unos 3.000 manifestantes del movimiento "Reichsbürger" y de la extrema derecha lanzaron piedras y botellas contra la Policía.


Políticos de casi todos los partidos expresaron su consternación por los acontecimientos en el Reichstag de Berlín durante las protestas.


"El edificio del Reichstag es la sede de nuestro Parlamento y por lo tanto el centro simbólico de nuestra democracia liberal. Que anarquistas y extremistas lo utilicen para sus propios fines es intolerable", declaró el ministro alemán del Interior, Horst Seehofer, al dominical "Bild am Sonntag".


"La diversidad de opiniones es una característica distintiva de una sociedad sana. Pero la libertad de reunión tiene sus límites cuando las normas estatales son pisoteadas", continuó Seehofer.


Por su parte, el ministro germano de Relaciones Exteriores, Heiko Maas, tuiteó: "(Que flameen) banderas del Reich (Imperio Alemán) frente al Parlamento es algo vergonzoso".


Por su parte, el ministro de Finanzas y candidato a canciller por el Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), Olaf Scholz, escribió: "Los símbolos nazis, los "Reichsbürger" y las banderas del Reich no tienen nada que hacer frente al Bundestag".