Reservas por miles de euros para la "Oktoberfest" pese a coronavirus
Los responsables aún no han definido si se podrá celebrar la fiesta popular más grande de Alemania y una de las mayores del mundo.
"Soy muy, muy escéptico y, desde la perspectiva actual, difícilmente puedo imaginar que sea posible realizar un evento tan grande en este momento", dijo el primer ministro del estado federado de Baviera, Markus Söder.
Söder anunció que en las próximas dos semanas evaluará la situación con el alcalde de Múnich, Dieter Reiter.
Según los planes, la fiesta de la cerveza, que se desarrolla en la Theresienwiese (Prado de Teresa o simplemente "Wiesn"), cerca del centro de Múnich, debe celebrarse entre el 16 de septiembre y el 4 de octubre.
Muchos clientes habituales ya han reservado mesas para la "Oktoberfest", que cada año atrae a millones de personas, entre ellas muchos extranjeros.
Algunos proveedores ya han alertado a sus clientes que si la "Oktoberfest 2020" se cancela debido al coronavirus, los pagos realizados se acreditarán para el año próximo. Una mesa para diez personas puede costar 5.000 euros (5.400 dólares) y más.
Por su parte, los dueños de los restaurantes luchan desde hace años contra el mercado gris de las reservas y los precios exorbitantes, ya que con ellos una reserva no cuesta nada o tiene un cargo mínimo. Los clientes solo tienen que comprar vales de comida, y dependiendo de la carpa el valor es de 40 euros por persona, lo que cuestan unas dos medidas de cerveza y un pollo asado.
La cancelación de la fiesta no solo tendría fuertes consecuencias económicas, con pérdidas millonarias, sino que también repercusiones sociales.
La gente vestida con trajes típicos, locales y turistas bebiendo cerveza de manera pacífica, sumado además al cielo azul en otoño, son las imágenes que destacan a Múnich y Baviera.
Unos seis millones de visitantes de todo el mundo llegan cada año al predio de 34 hectáreas donde se desarrolla la fiesta durante dos semanas.
La posibilidad de que se realice el evento o no dependerá en gran medida del asesoramiento de los expertos y de las normas de salud y seguridad emitidas por el Gobierno alemán y del estado federado de Baviera.
El miércoles, el Gobierno anunció la prohibición de los grandes eventos hasta finales de agosto.
En días muy concurridos, puede haber hasta 250.000 visitantes, así que no hay posibilidad de mantener distancia. Incluso en tiempos normales, muchos médicos de Múnich y alrededores registran más pacientes con resfríos y gripe a partir de la segunda semana del "Oktoberfest": la llamada gripe de "Wiesn".
Los patógenos tienen vía libre en las carpas estrechas en las que miles de personas se reúnen a tomar cerveza. El alcohol además debilita el sistema inmunológico.
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