Espacios adaptados para acoger a refugiados vuelven a la normalidad

Hannover/Bremen, 26 dic (dpa) - El descenso en la cifra de refugiados está llevando al cierre y el desmantelamiento de albergues en Baja Sajonia y Bremen, según una encuesta realizada por dpa en varias grandes ciudades alemanas.


De acuerdo a este informe, hay recintos como gimnasios que ahora pueden volver a cumplir con su función original. En parte, demostró el sondeo, el espacio recuperado es aprovechado de manera muy creativa.

En Oldemburgo, un albergue cerrado desde fines de 2016 ahora se convirtió en un parque de patinaje. "La ciudad arregló el edificio por 390.000 euros (432.476 dólares) y el interior se adaptó con un subsidio deportivo de 140.000 euros", dijo el portavoz Stephan Onnen.

En el recinto de una vieja tintorería está previsto inaugurar una guardería nueva, que previsiblemente abrirá sus puertas en la segunda mitad de 2021.

Según cifras actuales del Ministerio del Interior de Baja Sajonia, en octubre de 2019 estaban ocupados solo aproximadamente la mitad de los 5.000 lugares que las autoridades habían creado para recibir refugiados.

En comparación, en el 2015 se utilizaron más de 33.000 de los casi 45.000 puestos creados. La mayoría de las comunas sondeadas informaron de un claro retroceso en la llegada de refugiados. Entre ellas figuran, por ejemplo, Hildesheim, Luneburgo y la región de Hannover.

Las ciudades más afectadas tuvieron ayuda política a través de la interrupción de la afluencia de refugiados. En 2017, el estado federado dispuso esa medida para Salzgitter, Delmenhorst y Wilhelmshaven.

En Salzgitter, un refugio ya planificado ni siquiera entró en funcionamiento, explicó una portavoz de la ciudad. Y añadió que gran parte del resto de albergues ya fue desmantelado.

También en Wilhelmshaven fueron vaciados y cerrados dos albergues y se rescindieron los contratos de alquiler de viviendas alquiladas adicionalmente.

La portavoz dijo que desde un principio la meta de la ciudad era que los refugiados no permanecieran demasiado tiempo en grandes albergues, sino que para su mejor integración fueron alquiladas viviendas en diferentes puntos de la ciudad.

La ciudad de Osnabrück, a su vez, señaló que a pesar del descenso en la cifra de refugiados no hay lugares sin utilizar debido a la situación en el mercado inmobiliario. Según un portavoz, también allí se decidió alojar a los refugiados de manera descentralizada.

Actualmente, la administración trabaja en transformar los pocos albergues comunitarios en "viviendas normales socialmente aceptables". El portavoz añadió que un espacio que originalmente contaba con 113 lugares se está reformando para albergar a adultos mayores.

En Bremen, muchos albergues que funcionaban en gimnasios, carpas gigantes o contenedores de viviendas fueron desmantelados. Los gimnasios volvieron a equiparse para su uso original. Las carpas y los contenedores, devueltos a los proveedores.

Según se informó, parte de los contenedores de viviendas se reutilizaron para cubrir la gran demanda de ampliación en escuelas  y jardines de infantes. Otros establecimientos prestarán ahora ayuda a personas sin techo o se convertirán en centros juveniles.

La ciudad de Wolfsburgo, en cambio, informó de cifras ligeramente ascendentes. Según un portavoz, tras registrar un nivel bajo a fines de 2017, volvieron a recibir refugiados.

Al igual que muchas otras comunas, las autoridades de Wolfsburgo señalaron que es imposible pronosticar cómo evolucionarán las cifras de refugiados. Por eso, muchas mantienen puestos a disposición. En Brunswick, los gimnasios recuperaron su función original, pero un edificio de oficinas se mantuvo como reserva.