Parlamento alemán honra revolución pacífica en RDA hace 30 años
Berlín, 6 jun (dpa) - El Parlamento alemán honró hoy la revolución pacífica iniciada hace 30 años por los ciudadanos de la extinta República Democrática Alemana (RDA), que desembocó en la caída del Muro de Berlín, y destacó el valor demostrado entonces por los defensores de los derechos humanos.
"El muro no se cayó simplemente por sí solo, sino que fue hecho caer en forma activa", subrayó el delegado del Gobierno germano para el este de Alemania, el cristianodemócrata Christian Hirte.
Los ciudadanos en la RDA lucharon para tener libertad y democracia, y este hecho de enorme significado merece ser valorado, agregó.
Hirte recordó asimismo que hace 30 años, en el verano boreal de 1989, aún no estaba claro qué rumbo tomaría el destino de Alemania Oriental.
"La democracia y la unificación no vinieron por sí mismas. Introducirlas requirió un enorme riesgo personal, también para las familias. Nuestro país debe el respeto y el agradecimiento a los valientes en la RDA", enfatizó Hirte.
Por su parte, el ministro del Gobierno regional de Brandeburgo, el socialdemócrata Dietmar Woidke, criticó que aún a 30 años de la revolución pacífica continúa habiendo diferencias entre el este y el oeste de Alemania, por ejemplo en cuanto al nivel de las jubilaciones y a los sueldos acordados por convenios.
Woidke reclamó la eliminación de estas desigualdades.
Los alemanes deberían aprender algo de la revolución pacífica de 1989: "Todo esto sólo podemos lograrlo trabajando juntos y no sumidos en la división, la difamación o la intolerancia", agregó el primer ministro de Brandeburgo.
"El muro no se cayó simplemente por sí solo, sino que fue hecho caer en forma activa", subrayó el delegado del Gobierno germano para el este de Alemania, el cristianodemócrata Christian Hirte.
Los ciudadanos en la RDA lucharon para tener libertad y democracia, y este hecho de enorme significado merece ser valorado, agregó.
Hirte recordó asimismo que hace 30 años, en el verano boreal de 1989, aún no estaba claro qué rumbo tomaría el destino de Alemania Oriental.
"La democracia y la unificación no vinieron por sí mismas. Introducirlas requirió un enorme riesgo personal, también para las familias. Nuestro país debe el respeto y el agradecimiento a los valientes en la RDA", enfatizó Hirte.
Por su parte, el ministro del Gobierno regional de Brandeburgo, el socialdemócrata Dietmar Woidke, criticó que aún a 30 años de la revolución pacífica continúa habiendo diferencias entre el este y el oeste de Alemania, por ejemplo en cuanto al nivel de las jubilaciones y a los sueldos acordados por convenios.
Woidke reclamó la eliminación de estas desigualdades.
Los alemanes deberían aprender algo de la revolución pacífica de 1989: "Todo esto sólo podemos lograrlo trabajando juntos y no sumidos en la división, la difamación o la intolerancia", agregó el primer ministro de Brandeburgo.
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