Vaticano realiza retiro espiritual por la paz en Sudán del Sur

VOA - INGLÉS
El Papa Francisco les dijo a los líderes de Sudán del Sur que la paz es posible e instó a los líderes del país a buscar lo que une y superar lo que divide.


Al final de una reunión de dos días en el Vaticano, el Papa conmocionó a los presentes arrodillándose y besando los pies de los antiguos líderes en guerra del sur de Sudán.

Al final de la reunión de dos días en el Vaticano, originalmente propuesta por el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, el Papa Francisco dijo a los líderes de Sudán del Sur que reconocieran la enorme responsabilidad compartida que tienen para el presente y el futuro de su país.

Entre los asistentes a la reunión se encontraban el presidente de Sudán del Sur, Salva Kiir, el vicepresidente y ex líder rebelde Riek Machar, y otros tres vicepresidentes.

El Papa les pidió que se comprometieran a construir su nación.

El Papa dijo: "La gente está cansada, agotada por los conflictos pasados: ¡recuerde que con la guerra todo está perdido! Su gente hoy anhela un futuro mejor, que solo puede lograrse a través de la reconciliación y la paz".

El Papa dijo que esta reunión era "algo especial y en cierto sentido único", ya que no era una reunión bilateral ni diplomática ordinaria entre el Papa y los jefes de estado, ni una iniciativa ecuménica en la que participaran representantes de diferentes comunidades cristianas. En cambio, fue un retiro espiritual.

La guerra civil de Sudán del Sur, que se desató a finales de 2013, mató a decenas de miles y desplazó a más de 4 millones de sudaneses del sur de sus hogares. Un acuerdo de paz en agosto pasado redujo pero no detuvo la lucha.

Uno de los líderes religiosos de Sudán del Sur que asistió dijo que estos eran días de intensa oración y profunda reflexión y de un diálogo abierto y franco y una conversación espiritual.

"Los líderes se van de aquí renovados y comprometidos con la tarea de trabajar por la paz, esforzándose por la reconciliación y buscando justicia para los 13 millones de personas, los sudaneses del sur, cuya oración y esperanza todos llevan".

El Papa Francisco les contó cómo supo en septiembre pasado que se había firmado un acuerdo de paz para el país y felicitó a los líderes políticos por "haber elegido el camino del diálogo". Les instó a que implementen lo acordado.

El Papa expresó su sincera esperanza de que finalmente cesen las hostilidades, que se respete el armisticio, que se superen las divisiones políticas y étnicas y que haya una paz duradera para todos aquellos ciudadanos que sueñan con comenzar a construir la nación.

Después de su discurso al final del retiro, el Papa Francisco besó los pies de los antiguos líderes en guerra y les dijo que su gente estaba esperando su regreso a casa, para la reconciliación y una nueva era de prosperidad.