ONU: casi medio billón de personas subalimentadas en la región de Asia y el Pacífico

VOA

Cuatro agencias especializadas de Estados Unidos advierten que muchas partes de Asia y el Pacífico sufren niveles alarmantemente altos de desnutrición y hambre. Esta es la primera vez que la Organización de Alimentos y Agricultura, el Fondo de Niños de los Estados Unidos, el Programa Mundial de Alimentos y la Organización Mundial de la Salud emiten un informe conjunto, que exige medidas urgentes para revertir la situación.


El informe encuentra que los esfuerzos para reducir la desnutrición y el hambre se han paralizado prácticamente en Asia y el Pacífico. A menos que se haga un mayor esfuerzo para abordar esta situación, advierte que las perspectivas de desarrollo económico y social en la región correrán un grave riesgo.

A partir de ahora, las agencias de la U.N. dicen que muchas partes de Asia y el Pacífico no alcanzarán la meta sostenible de la U.N. de acabar con todas las formas de malnutrición y alcanzar el hambre cero para el 2030.

Las Naciones Unidas informan que 821 millones de personas en todo el mundo padecen hambre. El portavoz del Programa Mundial de Alimentos, Herve Verhoosel, dijo que el 62 por ciento de esa cantidad, o 509 millones de personas, se encuentran en la región de Asia y el Pacífico, y los niños, en particular, son los que tienen la mayor carga.

Verhoosel dijo que 79 millones de niños, o uno de cada cuatro menores de cinco años, sufren retraso del crecimiento, y 34 millones de niños están desperdiciando. Él dice que 12 millones de niños sufren de desnutrición aguda severa, lo que aumenta su riesgo de muerte.

El informe señala que los desastres relacionados con el clima están aumentando en la región, lo que tiene un impacto perjudicial en la agricultura. La pérdida de cultivos, dice, resulta en más hambre, más pérdida de nutrición y pérdida de medios de vida.

Según el informe, las pérdidas relacionadas con el clima en Asia entre 2005 y 2015 ascendieron a la asombrosa suma de $ 48 mil millones. Los autores del informe dicen que los países de la región deben adaptar la agricultura para que sea más resistente a los eventos climáticos extremos y para mitigar los daños causados ​​por el cambio climático.