Pedro Sánchez defiende las ventas de armas a Arabia Saudí
Madrid, 24 oct (dpa) - El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, justificó hoy en el Congreso la decisión de mantener las ventas de armas a Arabia Saudí para defender los "intereses" de su país, frente a quienes le exigen seguir los pasos de Alemania y paralizarlas.
"Tengo que estar hoy y aquí en la defensa de los intereses de España, de sus intereses estratégicos, que además están situados en zonas muy afectadas por el drama del desempleo", dijo el mandatario socialista en la Cámara baja durante una comparecencia en la que pidió "altura de miras" a la oposición.
Sánchez se refirió así de forma tácita a las cinco corbetas que Arabia Saudí encargó a España para su construcción en astilleros de Andalucía, la región con mayor desempleo del país. Cerca de 6.000 puestos de trabajo dependen de ese contrato, que podría caerse si España paraliza la ventas de armamentos a Riad.
Las protestas de los trabajadores de Navantia, los astilleros encargados de construir esas naves, llevaron ya al Gobierno a rectificar en septiembre su anuncio inicial de frenar la entrega de 400 bombas a Arabia Saudí, instalando así la polémica en la opinión pública.
El tema cobró luego otra dimensión debido a la muerte del periodista Jamal Khashoggi en el consulado de Arabia Saudí en Turquía. El Gobierno turco acusa al régimen saudí de haberlo asesinado durante su visita a Estambul, en un escándalo ya internacional.
Varios países europeos pidieron una respuesta contundente a Riad liderados por Alemania, que el domingo avanzó que no autorizará la exportación de más armas al país hasta que se aclare la muerte de Khashoggi. Berlín pidió a los socios europeos una posición común y los llamó a paralizar también sus ventas de armas al reino saudí.
La comisión de Defensa del Congreso español votó el martes en contra de esa medida con los votos del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y del conservador Partido Popular (PP), y Sánchez defendió hoy la continuidad de las exportaciones.
Al mismo tiempo, el mandatario condenó "sin paliativos" la muerte de Khashoggi, repitió su "rechazo, consternación y repulsa" por el presunto crimen y pidió que "el peso de la ley caiga sobre los responsables", aunque evitó pasos concretos contra Riad.
El partido de izquierda Podemos, uno de los principales respaldos del nuevo Gobierno socialista, criticó la venta de armas y pidió a Sánchez que rectifique. "Sé que usted en el fondo está de acuerdo conmigo", le dijo Pablo Iglesias, líder de Podemos. "Sé que está recibiendo enormes presiones y le pido que no haga como el PP: rectifique y dé una lección que los españoles le van a agradecer".
A las puertas del Congreso en Madrid, un grupo de activistas convocados por ONG y organismos defensores de los derechos humanos como Amnistía Internacional, Greenpeace y Oxfam Intermon protestaron contra las ventas de armas con el lema "Decisiones que matan" y como parte de su campaña "Armas bajo control".
"Tengo que estar hoy y aquí en la defensa de los intereses de España, de sus intereses estratégicos, que además están situados en zonas muy afectadas por el drama del desempleo", dijo el mandatario socialista en la Cámara baja durante una comparecencia en la que pidió "altura de miras" a la oposición.
Sánchez se refirió así de forma tácita a las cinco corbetas que Arabia Saudí encargó a España para su construcción en astilleros de Andalucía, la región con mayor desempleo del país. Cerca de 6.000 puestos de trabajo dependen de ese contrato, que podría caerse si España paraliza la ventas de armamentos a Riad.
Las protestas de los trabajadores de Navantia, los astilleros encargados de construir esas naves, llevaron ya al Gobierno a rectificar en septiembre su anuncio inicial de frenar la entrega de 400 bombas a Arabia Saudí, instalando así la polémica en la opinión pública.
El tema cobró luego otra dimensión debido a la muerte del periodista Jamal Khashoggi en el consulado de Arabia Saudí en Turquía. El Gobierno turco acusa al régimen saudí de haberlo asesinado durante su visita a Estambul, en un escándalo ya internacional.
Varios países europeos pidieron una respuesta contundente a Riad liderados por Alemania, que el domingo avanzó que no autorizará la exportación de más armas al país hasta que se aclare la muerte de Khashoggi. Berlín pidió a los socios europeos una posición común y los llamó a paralizar también sus ventas de armas al reino saudí.
La comisión de Defensa del Congreso español votó el martes en contra de esa medida con los votos del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y del conservador Partido Popular (PP), y Sánchez defendió hoy la continuidad de las exportaciones.
Al mismo tiempo, el mandatario condenó "sin paliativos" la muerte de Khashoggi, repitió su "rechazo, consternación y repulsa" por el presunto crimen y pidió que "el peso de la ley caiga sobre los responsables", aunque evitó pasos concretos contra Riad.
El partido de izquierda Podemos, uno de los principales respaldos del nuevo Gobierno socialista, criticó la venta de armas y pidió a Sánchez que rectifique. "Sé que usted en el fondo está de acuerdo conmigo", le dijo Pablo Iglesias, líder de Podemos. "Sé que está recibiendo enormes presiones y le pido que no haga como el PP: rectifique y dé una lección que los españoles le van a agradecer".
A las puertas del Congreso en Madrid, un grupo de activistas convocados por ONG y organismos defensores de los derechos humanos como Amnistía Internacional, Greenpeace y Oxfam Intermon protestaron contra las ventas de armas con el lema "Decisiones que matan" y como parte de su campaña "Armas bajo control".
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