Justicia: Maguncia deberá prohibir diésel si no mejora calidad aire

Maguncia (Alemania), 24 oct (dpa) - La ciudad de Maguncia deberá prohibir la circulación de vehículos diésel más antiguos a menos que mejore la calidad del aire en los primeros seis meses de 2019, dictaminó hoy el Tribunal Administrativo de la urbe del oeste de Alemania en respuesta a una demanda medioambiental.

Esta prohibición deberá entrar en vigor el 1 de septiembre de 2019 si el valor medio de óxido de nitrógeno en los primeros seis meses del próximo año excede el valor límite, indicó el tribunal.

El fallo responde así a la demanda presentada por la asociación de protección del medio ambiente Deutsche Umwelthilfe (DUH), que acudió a los tribunales debido a que Mainz sobrepasa los límites legales de óxido de nitrógeno en el aire y reclamaba la prohibición de circulación para los automóviles diésel antiguos a partir del 1 de abril de 2019. La ciudad había solicitado que se desestimara la demanda.

Anteriormente, la presidenta del tribunal, Stefanie Lang, había expresado dudas sobre si los planes para reducir la contaminación atmosférica de la ciudad, sin prohibir la circulación de los vehículos de motores diésel antiguos, permitirían realmente reducir los niveles de óxido de nitrógeno de manera suficiente y a tiempo.

Los óxidos de nitrógeno (conocidos por sus siglas como NOx) son gases tóxicos que pueden dañar las vías respiratorias y los ojos si su concentración es elevada. También pueden causar problemas cardiovasculares y pulmonares.

Muchas ciudades alemanas sobrepasan los límites de contaminación atmosférica. De acuerdo con las cifras de la Oficina Federal de Medio Ambiente de Alemania, en casi 70 ciudades del país se registran niveles superiores a los permitidos. La lista la encabezan Múnich, Stuttgart y Colonia.

Cerca del 60 por ciento de la contaminación de óxido de nitrógeno es causada por el transporte, y de esa cantidad, un 72,5 por ciento se debe a las emisiones de automóviles de motor diésel. Esto ha llevado a los tribunales de ciudades como Stuttgart, Fráncfort y Berlín a prohibir la circulación de los motores diésel más antiguos.