En medio de la violencia, los candidatos presidenciales de Brasil piden calma
VOA
Los dos candidatos presidenciales que se enfrentarán en la segunda vuelta de Brasil este mes están pidiendo que se ponga fin a la violencia por motivos políticos, un tema que surge como tema central de las elecciones.
Se informaron numerosos casos de violencia en la semana anterior a la primera ronda de votación el 7 de octubre y han estado en curso desde entonces. La segunda ronda de votaciones está programada para el 28 de octubre.
La carrera ha expuesto profundas divisiones en la nación más grande de América Latina, y los dos candidatos representan visiones opuestas para el futuro.
A la derecha está el líder Jair Bolsonaro, un ex capitán del ejército que habla con aprobación de la dictadura del país de 1964-1985 y ha prometido una violenta represión contra las bandas de narcotraficantes y otros delincuentes. A la izquierda está Fernando Haddad, un ex alcalde de Sao Paulo que promete devolver al país las políticas izquierdistas de su Partido de los Trabajadores, que gobernó entre 2003 y 2016.
Si bien la mayoría de los incidentes de violencia se atribuyeron a los partidarios de Bolsonaro, el propio candidato fue apuñalado mientras hacía campaña el 6 de septiembre, supuestamente por un hombre que le dijo a la policía que Dios le había dicho que atacara. Bolsonaro fue dado de alta del hospital el 29 de septiembre.
En un tweet el miércoles por la noche, Bolsonaro dijo que no quería el voto "de nadie que practique violencia contra quienes no votaron por mí".
Su declaración se produjo después de días de críticas de los partidarios del Partido de los Trabajadores que dijeron que Bolsonaro estaba haciendo la vista gorda ante los ataques de sus seguidores.
El finalista Haddad también pidió que se ponga fin a la brutalidad y dijo que las partes deben enfrentar el problema juntos.
"Esta escalada de violencia tiene que detenerse", escribió Haddad el miércoles por la noche.
Publica, una organización de periodismo de investigación sin fines de lucro, encontró 50 incidentes de ataques de simpatizantes de Bolsonaro en comparación con seis en contra de ellos desde principios de octubre hasta el miércoles. Los ataques, verificados por informes policiales, ocurrieron en todo el país e incluyeron palizas, puñaladas, amenazas de muerte e incluso homicidios, según el grupo.
Uno de los casos más extremos fue en la ciudad nororiental de Salvador, donde un maestro de capoeira y partidario del Partido de los Trabajadores de izquierda fue apuñalado hasta la muerte durante una discusión con un partidario de Bolsonaro. La policía dice que el atacante fue arrestado y confesó que el asesinato tuvo motivaciones políticas.
También en Salvador, un profesor universitario fue arrestado por presuntamente atropellar a un hombre que vendía camisetas de Bolsonaro.
Los dos candidatos presidenciales que se enfrentarán en la segunda vuelta de Brasil este mes están pidiendo que se ponga fin a la violencia por motivos políticos, un tema que surge como tema central de las elecciones.
Se informaron numerosos casos de violencia en la semana anterior a la primera ronda de votación el 7 de octubre y han estado en curso desde entonces. La segunda ronda de votaciones está programada para el 28 de octubre.
La carrera ha expuesto profundas divisiones en la nación más grande de América Latina, y los dos candidatos representan visiones opuestas para el futuro.
A la derecha está el líder Jair Bolsonaro, un ex capitán del ejército que habla con aprobación de la dictadura del país de 1964-1985 y ha prometido una violenta represión contra las bandas de narcotraficantes y otros delincuentes. A la izquierda está Fernando Haddad, un ex alcalde de Sao Paulo que promete devolver al país las políticas izquierdistas de su Partido de los Trabajadores, que gobernó entre 2003 y 2016.
Si bien la mayoría de los incidentes de violencia se atribuyeron a los partidarios de Bolsonaro, el propio candidato fue apuñalado mientras hacía campaña el 6 de septiembre, supuestamente por un hombre que le dijo a la policía que Dios le había dicho que atacara. Bolsonaro fue dado de alta del hospital el 29 de septiembre.
En un tweet el miércoles por la noche, Bolsonaro dijo que no quería el voto "de nadie que practique violencia contra quienes no votaron por mí".
Su declaración se produjo después de días de críticas de los partidarios del Partido de los Trabajadores que dijeron que Bolsonaro estaba haciendo la vista gorda ante los ataques de sus seguidores.
El finalista Haddad también pidió que se ponga fin a la brutalidad y dijo que las partes deben enfrentar el problema juntos.
"Esta escalada de violencia tiene que detenerse", escribió Haddad el miércoles por la noche.
Publica, una organización de periodismo de investigación sin fines de lucro, encontró 50 incidentes de ataques de simpatizantes de Bolsonaro en comparación con seis en contra de ellos desde principios de octubre hasta el miércoles. Los ataques, verificados por informes policiales, ocurrieron en todo el país e incluyeron palizas, puñaladas, amenazas de muerte e incluso homicidios, según el grupo.
Uno de los casos más extremos fue en la ciudad nororiental de Salvador, donde un maestro de capoeira y partidario del Partido de los Trabajadores de izquierda fue apuñalado hasta la muerte durante una discusión con un partidario de Bolsonaro. La policía dice que el atacante fue arrestado y confesó que el asesinato tuvo motivaciones políticas.
También en Salvador, un profesor universitario fue arrestado por presuntamente atropellar a un hombre que vendía camisetas de Bolsonaro.
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