Elecciones bávaras, ¿un terremoto político que puede llegar a Berlín?

Por Almudena de Cabo (dpa)
Berlín, 15 oct (dpa) - Alemania amaneció hoy consciente de que la pérdida de votos de los dos socios de la canciller Angela Merkel en la elecciones bávaras va más allá de un simple mal resultado en unas regionales. La pregunta ahora es si el terremoto político originado en Baviera puede acabar con el ya de por sí frágil Gobierno alemán.

Las cúpulas de los partidos de la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel, su partido hermano, la Unión Cristianosocial (CSU), y su socio en el Gobierno de coalición, el Partido Socialdemócrata (SPD), se reunieron hoy para analizar el duro revés en las regionales del domingo sin querer entrar a adelantar posibles consecuencias.

De momento, todos se han mostrado unánimes en que es un toque de atención del electorado. "Es una clara señal de alarma de que los habitantes esperan en Berlín un mejor trabajo", afirmó la secretaria general de la CDU, Annegret Kramp-Karrenbauer, en rueda de prensa, sin querer entrar en especulaciones sobre si esto supone el fin del Gobierno de coalición.

Lejos de poder celebrar haber sido el partido más votado con un 37,2 por ciento de los votos, la CSU se vio obligada a reconocer el duro revés al haber perdido su tradicional mayoría absoluta en unas elecciones en las que no concurre la CDU por un acuerdo entre los dos partidos. Mientras, el SPD, "en caída libre", como apuntan muchos diarios alemanes, descendió desde la segunda posición hasta la quinta con tan sólo un 9,7 por ciento.

Para el diario económico alemán "Handelsblatt", este resultado refleja claramente la "ira de la población hacia la política en Berlín y el espectáculo que los partidos gobernantes han ofrecido en los últimos meses".

"El resultado de las elecciones bávaras es un claro 'basta', una bofetada al Gobierno de coalición de Merkel. Y no será la última. El próximo golpe para los conservadores y socialdemócratas es inminente, dentro de dos semanas, en las elecciones regionales de Hesse", comentó el rotativo sobre la próxima cita electoral, en la que las encuestas auguran nuevas pérdidas para conservadores y socialdemócratas.

Con unos resultados tan malos, ¿sigue siendo sostenible para Berlín seguir adelante? En opinión del presidente de las Juventudes del SPD, Kevin Kühnert, el Gobierno alemán se encuentra ahora ante una encrucijada. "O volvemos a intentar una vez más que los socios del Gobierno de coalición entren en razón o nos vamos", declaró hoy al diario alemán "Rheinische Post" una de las voces más críticas con el Ejecutivo alemán dentro del SPD.

Según la líder del SPD, Andrea Nahles, el destino de la gran coalición se decidirá "en los próximos meses" y señaló que las pérdidas del SPD y la CSU en Baviera de deben a las disputas en el Gobierno de Berlín. Mientras, Ralf Stegner, vicepresidente del SPD, no dudó en ir más allá y afirmar en Twitter: "No hay razón para continuar con la coalición a cualquier precio. ¡Sólo seguir así no es una opción!".

Las generales de septiembre de 2017 dejaron ya patente el descontento de la población con los partidos tradicionales, que sufrieron graves sangrías, especialmente el SPD. Merkel se vio obligada a emprender arduas negociaciones hasta que en marzo logró un acuerdo con los socialdemócratas, que aceptaron finalmente formar Gobierno de nuevo con los conservadores por responsabilidad política. Sin embargo, en el acuerdo incluyeron en esta ocasión una cláusula de revisión del pacto a los dos años, algo que hace preveer un final del Gobierno en 2019.

Desde marzo, el Ejecutivo de Merkel ha tenido que esquivar una crisis interna tras otra provocadas principalmente por el presidente de la CSU y ministro de Interior alemán, Horst Seehofer. Las tensiones se centraron, sobre todo, en la cuestión migratoria y el intento por luchar contra el ascenso del partido populista de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD). "Merkel ya no es tan indiscutible", reconoció recientemente el presidente del Parlamento alemán, el cristianodemócrata Wolfgang Schäuble.

En los círculos de la CDU no descartan que Merkel, que lidera este partido desde hace 18 años, no se presente a la presidencia de la CDU en el congreso federal del 7 y 8 de diciembre en Hamburgo si el partido se estrella en Hesse el próximo 28 de octubre.

Las primeras grietas entre sus filas quedaron a la vista de todos con la inesperada derrota de Volker Kauder, uno de sus más estrechos colaboradores, como líder del grupo parlamentario del bloque conservador ante Ralph Brinkhaus. "¿Puede Angela Merkel seguir siendo canciller?", se preguntaba entonces en portada el diario "Bild", el más vendido en Alemania.

La clave está ahora en saber si la mujer que dirige los designios de la primera economía de Europa desde 2005 podrá decidir cómo y cuándo se va. De momento, ella siempre ha dejado claro que su papel como canciller va unido a su cargo de presidenta del partido.