El Barcelona recupera la cima pero pierde a Messi, Ter Stegen brilla

Por Noelia Román (dpa)
Barcelona, 21 oct (dpa) - El Barcelona recuperó el sábado la cima de la alocada Liga española de fútbol al golear por 4-2 al Sevilla, pero perdió a Lionel Messi por lesión y abrió así todas las incógnitas posibles sobre su futuro inmediato.

"Lo echaremos de menos, pero queremos echarlo de menos ganando", aseguró Ernesto Valverde, en un intento de despejar dudas sobre su irregular Barcelona.

Nadie puso en cuestión la primera parte de su frase. El sábado, con una asistencia al brasileño Philippe Coutinho (2') y un tanto espectacular (12'), el astro argentino resolvió el choque frente a los andaluces en el primer cuarto de hora, antes de sufrir una mala caída que lo dejó KO para las próximas tres semanas.

Con una fractura en el radio del brazo derecho, Messi se perderá, entre otros partidos, el duelo del próximo miércoles ante el Inter de Milán en la Champions y el clásico ante el herido Real Madrid en la próxima fecha de la Liga.

"Es una baja sensible, porque se trata de quien se trata. Sabemos lo que nos da Messi, sabemos lo que el contrario piensa cuando él está y, evidentemente, lo vamos a notar", asumió Valverde.

"Lo sabemos, lo asumimos, pero tenemos recursos suficientes para afrontarlo, si bien se nos vienen partidos importantes, que también serán una piedra de toque para nosotros", continuó.

Gerard Piqué coincidió en el análisis. "La ausencia de Messi se sentirá deportivamente porque es el mejor del mundo, pero anímicamente no nos tiene que afectar. Tenemos equipo de sobra para sacar los partidos que nos quedan adelante".

El entrenador del Barcelona aguarda "al mejor Real Madrid", pese al mal momento que atraviesa su archirrival. Los blancos enlazaron el sábado su quinto partido consecutivo sin ganar en todas las competiciones, se alejaron de la cabeza de la Liga y vieron cómo Julen Lopetegui, su entrenador, se situaba al borde de la destitución tras la caída ante el Levante.

Horas después del nuevo tropiezo blanco, los azulgrana sufrieron su particular suplicio con la lesión de su estrella. Medio mareado y con gestos de tremendo dolor, Messi abandonó la cancha en el minuto 16. Se tendió en la banda sin dejar de estremecerse. Y después de que el médico del Barcelona le vendara el brazo afectado, tomó el camino del vestuario, abatido.

Lo sustituyó el francés Ousmane Dembélé, tres minutos más tarde, cuando los de Valverde ya llevaban cinco jugando con nueve jugadores de campo, sin que nada pasara. El delantero galo no sólo resultó intrascendente, sino que desesperó a la hinchada azulgrana con sus fallos y su fragilidad mental.

Todo el mundo seguía pendiente de Messi, de si podría regresar o no. No lo hizo. Y hasta el Sevilla pareció afectado por ello.

Los de Pablo Machín habían asistido, impotentes, al festival del cinco veces Balón de Oro en los primeros compases del choque. Él solito había puesto patas arriba un duelo que se esperaba reñido.

"Messi ya ha hecho bastante el tiempo que ha estado (en el campo): ha decidido el partido con ese gol o lo ha encarrilado", señaló Machín.

El 10 azulgrana fue clave en la gran jugada colectiva que, en el minuto 2, supuso el primer gol del Barcelona, firmado por Coutinho. El brasileño convirtió en un disparo magistral el último pase de Messi, después de que el balón pasara por los pies de Nelson Semedo y de Luis Suárez en un contrataque que sorprendió al Sevilla.

El arma más utilizada por los andaluces fue lo que los condenó. Porque el segundo tanto de los catalanes nació también de un contragolpe tras un robo de Suárez en el mediocampo. El uruguayo le puso el balón a Messi donde éste lo esperaba y el genio argentino se marchó de cuantos contrarios le salieron al paso para acabar definiendo con un disparo imparable al segundo palo.

Un minuto después, el Camp Nou, que había festejado los goles con euforia, enmudecía con la caída de Messi. Y el choque tomó otro cariz.

El Barcelona mantuvo la compostura, pese a la ausencia de su estrella. El Sevilla no la rentabilizó. E Iván Rakitic desaprovechó la ocasión de sentenciar el duelo en un mano a mano con el arquero andaluz segundos antes de la pausa.

En el segundo parcial, un intercambio de golpes entre ambos equipos, los de Machín adelantaron líneas, se adueñaron de la posesión y amenazaron el arco de Marc André Ter Stegen.

El arquero alemán estuvo sensacional a la hora de partido en una doble intervención, primero ante un potentísimo cabezazo de André Silva y luego ante un disparo a bocajarro de Ben Yedder.

Y repitió en el 85', en otra doble intervención, que llevó a todo el Camp Nou a corear su nombre. 

"Nosotros no hemos entrado bien en el partido, pero ha habido bastantes fases en las que hemos podido entrar y, o bien nuestro desacierto o bien Ter Stegen lo han impedido, y sólo hemos podido maquillar el resultado", resumió el entrenador del Sevilla.

"Dos doble paradas así es difícil verlas en un mismo partido, pero matizo lo de que fueron decisivas porque en las dos íbamos con ventaja", añadió Valverde sin restar méritos a su arquero, que en los minutos finales recibió los goles de Pablo Sarabia (79') y  Luis Muriel (90+1') que maquillaron el marcador.

Menos dominador y abocado a un tipo de partido que no le convenía, el Barcelona supo, sin embargo, ser más eficaz y sentenciar el duelo con un gol de penal del incansable Suárez y otro de Rakitic.

La hinchada azulgrana, satisfecha, festejó la vuelta a la cima, pero no escondió su preocupación por Messi. Tres semanas sin el astro argentino, que previsiblemente regresará a fines de noviembre para el duelo ante el Atlético de Madrid tras el parón de selecciones, son una dimensión desconocida.