Aparecen grietas en la coalición catalana que buscan separarse de España


VOA

Los dos principales partidos secesionistas catalanes votaron el martes en el parlamento regional por primera vez en tres años, una señal de que las tensiones sobre la estrategia para adoptar hacia el gobierno central de España se están volviendo más serias.

Quim Torra, el jefe regional catalán y miembro de Junts per Catalunya (JxCat), la semana pasada amenazó con retirar el apoyo parlamentario al primer ministro español, Pedro Sánchez, en el parlamento nacional, pero la aliada de la coalición Esquerra Republicana de Catalunya (ERC, Izquierda Republicana de Cataluña) sí No retroceder el movimiento.

El líder del ERC, Oriol Junqueras, quien se encuentra actualmente en la cárcel por su presunto papel en la organización de un referéndum ilegal sobre independencia para la región de Cataluña el año pasado, dijo que establecer una buena relación con el estado español y encontrar "diálogo y acuerdos" era la mejor manera de resolver La crisis de secesión.

Mientras que los dos partidos habían logrado resolver sus tensiones internamente, se dividieron abiertamente el martes cuando ERC se unió al partido socialista para derrotar una propuesta de JxCat para permitir que representantes exiliados y encarcelados voten en el parlamento regional.

Junqueras y otro miembro del ERC encarcelado, Raul Romeva, habían acordado previamente transferir sus votos a un miembro de su partido, en línea con una decisión del Tribunal Supremo de España.

Aún no está claro si esas grietas podrían significar el final de la coalición pro independencia de tres años, que controla la asamblea regional y ayudó a Sánchez a ganar un voto de confianza y derrocar al predecesor conservador Mariano Rajoy en junio.

Junqueras en Twitter el martes instó a las dos partes a permanecer juntas, mientras que JxCat dijo que sostendría una reunión extraordinaria el viernes para revisar su estrategia.

Las encuestas en Cataluña muestran una división relativamente uniforme entre los que prefieren quedarse en España y los que desean separarse.

Sánchez ha dicho que favorece el diálogo sobre el futuro de la región, pero ha descartado cualquier movimiento hacia la independencia.