Procedimiento genético impide reproducción de mosquitos de la malaria

VOA

Los científicos han logrado erradicar una población de mosquitos enjaulados en experimentos de laboratorio utilizando un tipo de ingeniería genética conocida como impulso genético, que propaga una modificación que bloquea la reproducción femenina.

Los investigadores, cuyo trabajo fue publicado el lunes en la revista Nature Biotechnology, lograron eliminar a la población en menos de 11 generaciones, sugiriendo que la técnica podría usarse para controlar la propagación de la malaria, una enfermedad parasitaria transmitida por los mosquitos Anopheles gambiae.

"Pasarán por lo menos entre cinco y diez años antes de que consideremos probar mosquitos con el impulso genético en la naturaleza, pero ahora tenemos algunas pruebas alentadoras de que estamos en el camino correcto", dijo Andrea Crisanti, profesora del Imperial College. Londres, quien codirigió el trabajo.

Los resultados marcan la primera vez que esta tecnología ha podido suprimir por completo a una población. La esperanza es que en el futuro, los mosquitos que llevan un impulso genético puedan ser liberados, propagando la infertilidad femenina dentro de las poblaciones locales de mosquitos portadores de la malaria y causando su colapso.

Las tecnologías de impulso genético alteran el ADN e impulsan cambios genéticos autosostenibles a través de múltiples generaciones anulando los procesos biológicos normales.

La técnica utilizada en este estudio se diseñó para dirigirse a la especie de mosquito específico Anopheles gambiae que es responsable de la transmisión de la malaria en el África subsahariana.

La Organización Mundial de la Salud ha advertido que el progreso global contra la malaria se está estancando y podría revertirse si se pierde el impulso en la lucha para eliminarlo.

La enfermedad infectó a alrededor de 216 millones de personas en todo el mundo en 2016 y mató a 445,000 de ellas. La gran mayoría de las muertes por malaria se producen en bebés y niños pequeños en el África subsahariana.

El equipo de Crisanti diseñó su impulso genético para alterar selectivamente una región del llamado "gen doublesex" en los mosquitos, que es responsable del desarrollo femenino.

Los hombres que portaban este gen modificado no mostraron cambios, y tampoco lo hicieron las mujeres con solo una copia, explicó en el estudio. Pero las hembras con dos copias del gen modificado mostraron características masculinas y femeninas: no mordieron y no pusieron huevos.

Los experimentos encontraron que el impulso genético transmitía la modificación genética casi el 100% del tiempo, y después de 7 a 11 generaciones, las poblaciones colapsaron debido a la falta de descendencia.

Crisanti dijo que los resultados mostraron que las soluciones de activación genética pueden funcionar, y ofrecen "esperanza en la lucha contra una enfermedad que ha plagado a la humanidad durante siglos".

Añadió, sin embargo, que "todavía hay más trabajo por hacer, tanto en términos de probar la tecnología en estudios más grandes basados ​​en el laboratorio y trabajar con los países afectados para evaluar la viabilidad de dicha intervención".