Erdogan critica a Alemania por "marginar" al futbolista Özil

Colonia (Alemania), 30 sep (dpa) - El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, aprovechó su discurso en la inauguración de una polémica mezquita en Colonia, en el oeste de Alemania, para reclamar una mejor integración de los cerca de tres millones de turcos que viven en el país europeo y censurar las críticas al futbolista Mesut Özil.

"Sólo porque me tomé una foto con nuestro Mesut y nuestro Ilkay (Gündogan), fueron marginados por la sociedad. Como su presidente no puedo aceptar esta exclusión", declaró sobre los jugadores alemanes de origen turco fuertemente criticados en Alemania después de hacerse una foto con Erdogan en mayo, en Londres, en plena campaña electoral turca.

El escándalo empujó a Özil a tomar la decisión de abandonar la selección alemana de fútbol, después del Mundial de Rusia, en medio de duras acusaciones de racismo contra la Federación Alemana de Fútbol. Gündogan, por el contrario, continúa en la selección germana. El escándalo abrió todo un debate en el país sobre el racismo.

"Vemos el futuro de nuestros hermanos aquí", comentó Erdogan ante los presentes en la ceremonia en la gran mezquita de la polémica organización Ditib, que al final tuvo lugar solamente en su interior tras prohibirse que el evento tuviera lugar en el exterior, adonde se esperaba que acudieran miles de seguidores del presidente turco. Sin embargo, contra el racismo hay que adoptar una "actitud común", reclamó.

Durante la ceremonia de la mezquita, que cuenta con capacidad para mil hombres en la sala principal de rezo, Erdogan aprovechó también para solicitar una vez más una lucha más decidida contra el movimiento del predicador Fethullah Gülen. Sus seguidores no deberían "encontrar refugio" ni en Europa ni en Estados Unidos, dijo.

El Gobierno turco culpa a Gülen, que vive en Estados Unidos, del intento de golpe de Estado de julio de 2016. Turquía aspira a que Alemania considere a los partidarios de Gülen como una organización terrorista y pide la extradición de decenas de turcos residentes en Alemania y que Ankara considera vinculados a la trama golpista.

Asimismo, Erdogan pidió una "lucha más fuerte" contra el terrorismo en Europa, incluido el prohibido Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), catalogado como organización terrorista en Turquía, la Unión Europea y Estados Unidos.

La visita de Estado de Erdogan a Alemania comenzó el jueves. El viernes se reunió con la canciller Angela Merkel y con el presidente federal de Alemania, Frank-Walter Steinmeier. Ambos pidieron que se respete la libertad de prensa y los derechos humanos.

Tras su primer encuentro con Erdogan, Merkel destacó que siguen existiendo "profundas diferencias" entre los dos países. Estas diferencias volvieron a quedar patentes en el banquete de Estado celebrado por la noche, en el que el presidente turco volvió a rechazar claramente las acusaciones alemanas y pidió respeto a la Justicia turca.

Merkel y Erdogan volvieron a reunirse hoy en un desayuno en la Cancillería antes de que volara a Colonia para inaugurar la mezquita. Por la tarde regresó a su país.

La visita de Erdogan a Alemania, un país donde residen cerca de tres millones de turcos, pretende limar asperezas tras una serie de desencuentros diplomáticos que a lo largo de los últimos meses han enfriado las relaciones entre ambos Gobiernos.

Su viaje llevó a numerosas organizaciones, como Amnistía Internacional o Reporteros Sin Fronteras, a convocar protestas. Unas 8.000 personas se manifestaron en la capital alemana con pancartas en las que se leía "Nada de acuerdos con Erdogan-frenen las exportaciones de armas" o "Detengan el genocidio de la sociedad kurda".