Arte en Alemania alienta la duda crítica: ¿Qué es falso, qué es real?
Düsseldorf (Alemania), 22 sep (dpa) - ¿Qué está bien, qué está mal, qué es la teoría de la conspiración? Una exposición de arte en Düsseldorf, en el oeste de Alemania, no da respuestas, pero fomenta la duda crítica.
El pasillo está completamente negro, de la nada suenan de repente una sirena y cánticos de manifestantes. ¿Adónde vamos a partir de aquí? La entrada a la exposición en el Foro NRW de Düsseldorf irrita, confunde y asusta. Y también la instalación. La exposición "En duda por las dudas: La gran conspiración mundial", que podrá verse hasta el 18 de noviembre, juega deliberadamente con las certezas.
El artista conceptual danés-islandés Olafur Eliasson está representado con su obra "Highlighter", un proyector que parece seguir a los visitantes en las salas. Mientras, el artista estadounidense Tony Oursler ha creado una cabeza gigante con un ojo y una boca móviles, de la que suenan fragmentos de conversación una y otra vez, mientras que el ojo controla la situación. "La exposición nos envuelve en situaciones ambiguas y desafía nuestro propio sentido de orientación y juicio", explica Alain Bieber, co-curador y director del museo.
Un total de 18 artistas y grupos muestran obras que tratan de la manipulación, la irritación y la duda sobre lo que se presenta. Algunos plátanos que se encuentran en un rincón como si hubieran sido olvidados, que no están realmente destinados al consumo. Otros, como el artista Michael Schirner, optan por manipular imágenes históricas y ha retocado a personas importantes.
La formulación "hechos alternativos" se convirtió en la "antipalabra del año" en 2017 en Alemania, y las teorías de conspiración florecen al calor de Internet, por ejemplo, en torno a los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York. La desinformación conscientemente dispersa alimentaba el miedo", dice Bieber, "y el miedo conduce, sobre todo, a teorías de conspiración abstrusas". Los organizadores de la exposición, Florian Waldvogel y Alain Bieber, por otro lado, quieren utilizar el arte como medio para establecer el escepticismo crítico.
El pasillo está completamente negro, de la nada suenan de repente una sirena y cánticos de manifestantes. ¿Adónde vamos a partir de aquí? La entrada a la exposición en el Foro NRW de Düsseldorf irrita, confunde y asusta. Y también la instalación. La exposición "En duda por las dudas: La gran conspiración mundial", que podrá verse hasta el 18 de noviembre, juega deliberadamente con las certezas.
El artista conceptual danés-islandés Olafur Eliasson está representado con su obra "Highlighter", un proyector que parece seguir a los visitantes en las salas. Mientras, el artista estadounidense Tony Oursler ha creado una cabeza gigante con un ojo y una boca móviles, de la que suenan fragmentos de conversación una y otra vez, mientras que el ojo controla la situación. "La exposición nos envuelve en situaciones ambiguas y desafía nuestro propio sentido de orientación y juicio", explica Alain Bieber, co-curador y director del museo.
Un total de 18 artistas y grupos muestran obras que tratan de la manipulación, la irritación y la duda sobre lo que se presenta. Algunos plátanos que se encuentran en un rincón como si hubieran sido olvidados, que no están realmente destinados al consumo. Otros, como el artista Michael Schirner, optan por manipular imágenes históricas y ha retocado a personas importantes.
La formulación "hechos alternativos" se convirtió en la "antipalabra del año" en 2017 en Alemania, y las teorías de conspiración florecen al calor de Internet, por ejemplo, en torno a los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York. La desinformación conscientemente dispersa alimentaba el miedo", dice Bieber, "y el miedo conduce, sobre todo, a teorías de conspiración abstrusas". Los organizadores de la exposición, Florian Waldvogel y Alain Bieber, por otro lado, quieren utilizar el arte como medio para establecer el escepticismo crítico.
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