Ciudad alemana prueba reloj de arena en vez de ticket de aparcamiento

 

Volkach (Alemania), 26 nov (dpa) - La arena escurre lentamente hacia la parte inferior del reloj. Cuando el último granito haya descendido habrá expirado el tiempo del parquímetro. Así de sencillo, así de indiscutible.

La ciudad bávara de Volkach introdujo -tras diversos intentos- hace un año un simple método para controlar los aparcamientos de corto plazo en el casco céntrico: un reloj de arena en la ventanilla lateral del coche.

"Ha valido la pena. El sistema ha sido bien acogido tanto por la población como por el comercio", resume Peter Kornell, alcalde de la ciudad, el éxito del intento.

Kornell rige el destino de los 9.000 habitantes de Volkach desde 2002. En todos esos años ha probado diversos métodos para controlar las cerca de 200 plazas de aparcamiento a corto plazo en la zona céntrica.

Primero dos horas libres usando el disco de estacionamiento (que señala la hora de llegada). "Los empleados de los negocios del centro fueron los que más ocupaban estos lugares, dejando sin aparcamiento a los clientes", explica Kornell.

Luego probó colocando expendedores de tickets de estacionamiento, permitiendo un máximo de dos horas de permanencia. "Ahí se quejaron los comerciantes porque el sistema era muy poco práctico para los clientes que sólo paraban unos minutos", comenta.

También intentó con un sistema de vales que tampoco resultó. Otras propuestas no lograron imponerse en el concejo municipal.

Hasta que alguien de la asociación de comerciantes llegó con la idea de los relojes de arena, que había visto en la localidad de Kirchheim unter Teck, en el estado federado de Baden-Wurtemberg. La idea convenció y fue aprobada por unanimidad por los concejales.

"La única dificultad fue encontrar un reloj de arena de 15 minutos", reconoció Marco Maiberger, director de la oficina de turismo de Volkach. Pero finalmente consiguieron lo que buscaban y compraron 5.000 relojes, provistos de una ventosa para adherirlos a la ventanilla y con el emblema de la ciudad impreso. La oficina de turismo y la asociación de comerciantes asumieron los costos de aproximadamente 8.000 euros.

Cerca de la mitad de los relojes de arena han sido vedidos hasta ahora, a cuatro euros por unidad. Con ello, prácticamente se ha cubierto la inversión inicial. "Y se han terminado las eternas discusiones y excusas de 'yo sólo quería un ratito...'", asegura el alcalde Kornell.