Brasil saca cabeza de la agencia indígena en medio de conflictos territoriales

VOA

El gobierno de Brasil despidió el viernes al jefe de la agencia de derechos aborígenes del país, en medio del creciente conflicto territorial entre los grupos indígenas y los agricultores.


No se dio ninguna razón inmediata para el traslado de Antonio Fernandes Toninho Costa como presidente de la Fundación Nacional Indígena de Brasil (FUNAI), la agencia gubernamental independiente encargada de demarcar tierras para indígenas.

Sin embargo, los informes de los medios sugirieron que el saqueo, anunciado en una declaración del gobierno, se debió al menos parcialmente al aumento de la violencia.

El despido de Costa también ocurrió tres días después de que criticara a los legisladores por recortar el presupuesto de FUNAI en más del 40 por ciento, mientras Brasil se enfrenta a una recesión ya un déficit público.

Los recortes presupuestarios perjudican el mandato

Dijo que los recortes dificultaban que la agencia cumpliera con su mandato de salvaguardar los derechos de los 900.000 indígenas de Brasil.

"Me están quitando por ser honesto y por ser un defensor de la causa de los indígenas", dijo Costa el viernes por la agencia de noticias brasileña G1.

No se anunció ningún reemplazo a la cabeza de FUNAI en la declaración del gobierno. FUNAI no respondió de inmediato a las solicitudes de comentarios.

El domingo, más de una docena de miembros de una tribu indígena resultaron heridos en el noreste del país en el último brote de violencia por tierra.

La policía dijo que estaban investigando el incidente en el estado de Maranhao, donde miembros de la tribu Gamela fueron atacados por los campesinos con armas, palos y cuchillos, según los grupos de campaña.

La violencia en la tierra va en aumento

El Consejo Indígena Misionero, un grupo de monitoreo vinculado a la Iglesia Católica, dijo que las víctimas estaban dejando tierra recientemente reclamada de ganaderos cuando fueron colocados.

El año pasado, 61 activistas por los derechos a la tierra fueron asesinados en Brasil, el nivel más alto de violencia desde 2003, según la Comisión Pastoral de Tierras, un grupo de defensa vinculado a la Iglesia Católica.

Alrededor del 13 por ciento de las tierras de Brasil ha sido reservado para los pueblos indígenas del país basado en los territorios que históricamente ocuparon.

Los grupos indígenas dicen que el saqueo llega en un momento en que sus derechos están siendo revertidos.

"Los derechos que se nos han prometido -y cualquier esperanza de que sean plenamente reconocidos y respetados- han comenzado a desaparecer", dijo Sonia Guajajara, coordinadora de la Asociación de Pueblos Indígenas de Brasil, en un reciente comunicado.