Aeropuerto de Berlín cambia por enésima vez a su máximo ejecutivo

Berlín, 3 mar (dpa) - El aeropuerto internacional de Berlín-Brandeburgo (BER), cuya inauguración debería haberse producido hace más de un lustro, sumó hoy la énesima salida de su máximo ejecutivo y alarga así la sombra de una obra fracasada, que muchos ya consideran una vergüenza nacional.

El hasta ahora director de la sociedad gestora del aeropuerto berlinés, Karsten Mühlenfeld, abandona un cargo que había asumido en 2015 debido a la pérdida de confianza por parte del consejo de vigilancia, siguiendo la estela de sus dos antecesores quienes también dejaron antes de lo previsto la jefatura del BER.

Su sucesor en el puesto, según ha confirmado el alcalde de Berlín, Michael Müller, será el secretario de Estado de Berlín, Engelbert Lütke Daldrup. "Daldrup es una solución buena, adecuada y rápida", señaló el regidor reconociendo que la búsqueda de un nuevo director mediante un proceso de selección de personal podría llevar al menos medio año.

El origen del desencuentro entre las dos partes que ha terminado con el abandono del máximo responsable del aeropuerto fue la decisión del alto ejecutivo de despedir, en contra de la opinión del consejo de vigilancia, al jefe de obra del aeropuerto, Jörg Marks, después de que no se cumpliesen los plazos establecidos. Ahora, una vez se ha confirmado la salida de Mühlenfeld, Marks volverá a recuperar su puesto de trabajo.

La construcción del nuevo aeropuerto de Berlín ha estado rodeada de polémica desde hace años, después de que su apertura, prevista inicialmente para 2011, se viese pospuesta en hasta cinco ocasiones en medio de numerosos escándalos.

El primer retraso, de solo unos meses, fue menos escandaloso que el segundo, anunciado solo unas semanas antes de la ceremonia de inauguración en la que se esperaba a la canciller Angela Merkel y a otros dirigentes alemanes.

Desde entonces, las obras de este carísimo proyecto han sufrido numerosas demoras y todo tipo de contratiempos a causa de la deficiente planificación, de los sobrecostes y los incontables problemas técnicos.

En este tiempo, han abundado las críticas a nivel nacional e internacional y se han producido varios relevos en la cúpula directiva del aeropuerto y en el consejo de vigilancia.

Lütke Daldrup será el cuarto director de la sociedad gestora del aeropuerto de Berlín-Brandeburgo desde que la infraestructura comenzara a construirse en 2006.

Su primer máximo directivo, Rainer Schwarz, fue despedido en 2013 debido a graves fallas en el planeamiento que motivaron el retraso de la inauguración del aeropuerto. Su sucesor en el cargo, Harmut Mehdorn, antiguo presidente de la aerolínea Air Berlin, asumió la jefatura hasta marzo de 2015, momento en el que renunció debido a sus conflictos con el consejo de vigilancia.

Los continuos retrasos y problemas del aeropuerto han motivado que a lo largo de los últimos años muchas voces cuestionaran en Alemania la idoneidad de los políticos a la hora de encargarse de la construcción de la infrastructura.

Los estados federados de Berlín y Brandeburgo, así como el Estado alemán son los propietarios de la empresa gestora que se encarga de levantar un aeropuerto cuya fecha de inauguración todavía sigue siendo todo un enigma.