Crustáceos en parque eólico alemán: hábitat para especies en peligro


Por Janet Binder (dpa)
Bremerhaven/Borkum (Alemania), 10 jun (dpa) - El bogavante (homarus gammarus) habita en los arrecifes y se siente especialmente a gusto entre las rocas de la isla alemana de Helgoland, en el Mar del Norte, ya que en el resto de la bahía Alemana apenas existen formaciones rocosas aisladas. Al mismo tiempo, la población de este crustáceo similar a la langosta corre peligro.


¿Podrían los parques eólicos ofrecerle un nuevo hábitat? Esta pregunta interesó a los científicos del Instituto Alfred Wegener para la Investigación Marítima y Polar de Bremerhaven, en el norte de Alemania, ya que, al fin y al cabo, en los cimientos de ciertos modelos de aerogeneradores de alta mar se vierten guijarros y piedras toscas.

Hace tres años, los expertos liberaron 2.400 ejemplares de bogavante de un año de edad en las aguas que rodean al parque eólico "Riffgat", ante la costa de la isla de Borkum. "Existen fuertes indicios de que el hábitat es adecuado para el bogavante", señala el especialista en ecología marítima Roland Krone.

Al cabo de un año, los científicos revisaron las cuatro formaciones rocosas donde habían depositado a los crustáceos y constataron que por lo menos un tres por ciento de la populación había permanecido en ese sitio.

"En un primer momento, esto suena a poco", reconoce Krone, ya que la mortalidad natural al cabo de un año es de apenas un 30 por ciento. Por eso Krone y sus colegas habían esperado contar más ejemplares de bogavante en las bases rocosas de los aerogeneradores elegidas para el experimento. No obstante, la población registrada corresponde a la que existe en los hábitats naturales, tales como los de Helgoland, explica el científico. Además, los crustáceos crecieron más rápidamente que en el criadero, señal de que las condiciones fueron buenas. "En principio, las bases rocosas de los parques eólicos parecen ser adecuadas como hábitat", indica Krone.

Sin embargo, los cimientos con piedras y rocas de los aerogeneradores son más pequeños que las formaciones rocosas naturales. "Es probable que un gran porcentaje se haya dispersado entre los demás cimientos del parque eólico", destaca el experto, que quisiera poder descubrir el paradero de los demás ejemplares. Por eso está buscando el modo de financiar un control más exhaustivo que abarque 17 de las 30 instalaciones que existen en total. Esto le permitiría "obtener un panorama fiable sobre los bogavantes y también sobre el desarrollo de los demás habitantes de los arrecifes".

El Instituto Alfred Wegener intenta aumentar la población de bogavantes en el sector alemán del Mar del Norte desde hace 20 años. La población de estos crustáceos ante las costas de la isla de Helgoland nunca logró recuperarse tras los bombardeos durante la Segunda Guerra Mundial y la pesca intensiva.

Una vasta población de bogavantes garantiza una alta diversidad de especies y una estructura natural en el Mar del Norte, destaca Krone. El experto quisiera que los parques eólicos de alta mar generen también otros hábitats adecuados. Por ejemplo, el buey de mar (cancer pagurus) ya se ha instalado por sí mismo en las bases toscas del parque eólico "Riffgat", en pacífica coexistencia con el bogavante.