Parlamento Europeo debatió crisis en Venezuela y expresó su apoyo a ciudadanos
PRENSA PARLAMENTO EUROPEO
La crisis económica, política y social que atraviesa Venezuela fue analizada el miércoles en la comisión de Exteriores con el presidente de la Asamblea Nacional, Julio Borges.
Borges denunció ante los eurodiputados la crisis humanitaria en la que está sumido el país: 1,5 millones de personas han dejado el país, 4.000 niños han muerto por desnutrición en los últimos meses y hay una grave escasez de medicinas y alimentos.
Los venezolanos demandan el respeto de los derechos humanos y elecciones libres y justas, pero la respuesta del presidente Nicolás Maduro es la represión, que en sesenta días de protestas ha causado sesenta muertes, subrayó Borges.
En cuanto a la convocatoria de elecciones para una asamblea constituyente, la calificó de “fraude” y “continuación del golpe de Estado”, ya que viene impuesta por el Gobierno y se basará en un sistema electoral, por sectores y territorios, hecho a la medida para continuar en el poder.
Borges defendió un proceso de diálogo auspiciado por la Organización de Estados Americanos (OEA), con otras instituciones, como la ONU y el Parlamento Europeo, como observadores. “No queremos un golpe de Estado ni ruptura militar, sólo elecciones libres, sin presos políticos ni inhabilitados, que se respete al Parlamento y los derechos humanos, y se abra un canal humanitario para que lleguen al país medicinas y alimentos”, recalcó.
La mayoría de eurodiputados expresaron su apoyo a los esfuerzos de diálogo y negociación y recordaron la resolución aprobada por el pleno en abril, que condenó la “brutal represión” ejercida por las fuerzas de seguridad venezolanas y pidió al gobierno de Caracas que garantice “la plena restauración del orden democrático” y que libere de manera inmediata a todos los presos políticos.
Eurodiputados españoles
Ramón Jáuregui (S&D) insistió en defender un acuerdo “nacional, entre Gobierno y oposición”. Reclamó un calendario electoral, sin restricciones a ningún candidato, y que se respeten los derechos de libre expresión y manifestación, así como restaurar los poderes de la Asamblea legislativa y vía libre a la ayuda humanitaria.
Luis de Grandes (PPE) equiparó el proceso constituyente iniciado por el Gobierno de Maduro con la España de Franco y Cuba. Se mostró de acuerdo con una negociación política nacional, pero no con un nuevo “diálogo trampa”, como el que a su juicio tuvo lugar el año pasado.
José Ignacio Salafranca (PPE) también se refirió al “fracaso” del intento de mediación por parte del grupo de tres ex presidentes (José Luis Rodríguez Zapatero, Leonel Fernández y Martín Torrijos) y el Vaticano, y apuntó que la UE podría respaldar una iniciativa liderada por la OEA y Naciones Unidas.
Desde el grupo S&D, Elena Valenciano coincidió en que el objetivo es un acuerdo nacional para sacar al país de la crisis, y se preguntó si todas las partes valoran la mediación desde el exterior. Javi López hizo hincapié en que, al haber fuerzas políticas legítimas en diferentes instituciones, sólo una hoja de ruta dialogada, sin triquiñuelas, permitirá superar la crisis.
Javier Nart (ALDE) defendió la actuación heroica del pueblo venezolano reclamando libertad y justicia, y lamentó que la oposición, pese a su aplastante victoria, esté políticamente castrada. María Teresa Giménez Barbat (ALDE) destacó, por su parte, el especial vínculo de España con Latinoamérica, que explica la preocupación por la situación en Venezuela.
Javier Couso (GUE) rechazó las acusaciones de que Venezuela es una dictadura y dejó claro que ya hay calendario electoral, con comicios para la asamblea constituyente y presidenciales en 2018. “Peleen por ellas”, instó a la oposición, a la que acusó de buscar “la guerra civil o una intervención extranjera”.
Marina Albiol (GUE), por último, criticó que el PE se preocupe por la democracia en Venezuela, pero no en Honduras o Brasil, y negó que se pueda hablar de golpe de Estado, dado que Nicolás Maduro fue elegido democráticamente en 2013, y hasta 2018.
Reunión con Tajani
Antes de intervenir ante los eurodiputados, Julio Borges se reunión con el presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani. Ambos hicieron declaraciones a los medios de comunicación tras el encuentro.
La crisis económica, política y social que atraviesa Venezuela fue analizada el miércoles en la comisión de Exteriores con el presidente de la Asamblea Nacional, Julio Borges.
Borges denunció ante los eurodiputados la crisis humanitaria en la que está sumido el país: 1,5 millones de personas han dejado el país, 4.000 niños han muerto por desnutrición en los últimos meses y hay una grave escasez de medicinas y alimentos.
Los venezolanos demandan el respeto de los derechos humanos y elecciones libres y justas, pero la respuesta del presidente Nicolás Maduro es la represión, que en sesenta días de protestas ha causado sesenta muertes, subrayó Borges.
En cuanto a la convocatoria de elecciones para una asamblea constituyente, la calificó de “fraude” y “continuación del golpe de Estado”, ya que viene impuesta por el Gobierno y se basará en un sistema electoral, por sectores y territorios, hecho a la medida para continuar en el poder.
Borges defendió un proceso de diálogo auspiciado por la Organización de Estados Americanos (OEA), con otras instituciones, como la ONU y el Parlamento Europeo, como observadores. “No queremos un golpe de Estado ni ruptura militar, sólo elecciones libres, sin presos políticos ni inhabilitados, que se respete al Parlamento y los derechos humanos, y se abra un canal humanitario para que lleguen al país medicinas y alimentos”, recalcó.
La mayoría de eurodiputados expresaron su apoyo a los esfuerzos de diálogo y negociación y recordaron la resolución aprobada por el pleno en abril, que condenó la “brutal represión” ejercida por las fuerzas de seguridad venezolanas y pidió al gobierno de Caracas que garantice “la plena restauración del orden democrático” y que libere de manera inmediata a todos los presos políticos.
Eurodiputados españoles
Ramón Jáuregui (S&D) insistió en defender un acuerdo “nacional, entre Gobierno y oposición”. Reclamó un calendario electoral, sin restricciones a ningún candidato, y que se respeten los derechos de libre expresión y manifestación, así como restaurar los poderes de la Asamblea legislativa y vía libre a la ayuda humanitaria.
Luis de Grandes (PPE) equiparó el proceso constituyente iniciado por el Gobierno de Maduro con la España de Franco y Cuba. Se mostró de acuerdo con una negociación política nacional, pero no con un nuevo “diálogo trampa”, como el que a su juicio tuvo lugar el año pasado.
José Ignacio Salafranca (PPE) también se refirió al “fracaso” del intento de mediación por parte del grupo de tres ex presidentes (José Luis Rodríguez Zapatero, Leonel Fernández y Martín Torrijos) y el Vaticano, y apuntó que la UE podría respaldar una iniciativa liderada por la OEA y Naciones Unidas.
Desde el grupo S&D, Elena Valenciano coincidió en que el objetivo es un acuerdo nacional para sacar al país de la crisis, y se preguntó si todas las partes valoran la mediación desde el exterior. Javi López hizo hincapié en que, al haber fuerzas políticas legítimas en diferentes instituciones, sólo una hoja de ruta dialogada, sin triquiñuelas, permitirá superar la crisis.
Javier Nart (ALDE) defendió la actuación heroica del pueblo venezolano reclamando libertad y justicia, y lamentó que la oposición, pese a su aplastante victoria, esté políticamente castrada. María Teresa Giménez Barbat (ALDE) destacó, por su parte, el especial vínculo de España con Latinoamérica, que explica la preocupación por la situación en Venezuela.
Javier Couso (GUE) rechazó las acusaciones de que Venezuela es una dictadura y dejó claro que ya hay calendario electoral, con comicios para la asamblea constituyente y presidenciales en 2018. “Peleen por ellas”, instó a la oposición, a la que acusó de buscar “la guerra civil o una intervención extranjera”.
Marina Albiol (GUE), por último, criticó que el PE se preocupe por la democracia en Venezuela, pero no en Honduras o Brasil, y negó que se pueda hablar de golpe de Estado, dado que Nicolás Maduro fue elegido democráticamente en 2013, y hasta 2018.
Reunión con Tajani
Antes de intervenir ante los eurodiputados, Julio Borges se reunión con el presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani. Ambos hicieron declaraciones a los medios de comunicación tras el encuentro.
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