Merkel celebra triunfo electoral y pide unidad para generales
Berlín, 15 may (dpa) - La canciller alemana, Angela Merkel, celebró hoy el triunfo clave de su Unión Demócrata Cristiana (CDU) en los comicios en el feudo socialdemócrata de Renania del Norte-Westfalia, que reafirman sus aspiraciones a obtener un cuarto mandato en los comicios generales del 24 de septiembre.
"Ayer fue un día de gran alegría para nosotros", declaró Merkel un día después de que sus conservadores arrebataran el poder a los socialdemócratas en la región más populosa del país y un "peso pesado" a nivel económico.
La CDU de Merkel se erigió en primera fuerza, con 33 por ciento de los votos, frente al 31,2 por ciento del Partido Socialdemócrata, y podrá encabezar el Gobierno de este tradicional estado socialdemócrata por segunda vez en 50 años.
Los democristianos encadenaron el domingo la tercera victoria consecutiva en comicios regionales tras las del Sarre (26 de marzo) y Schleswig-Holstein (7 de mayo).
Con el impulso recibido a nivel regional, Merkel anunció una "nueva fase" de la campaña electoral de cara a la gran cita de septiembre en la que tendrá por principal rival al líder socialdemócrata Martin Schulz, debilitado por el triplete de derrotas de su agrupación.
"Somos conscientes de que esta nueva fase demanda nuevos esfuerzos y de que queremos superar con éxito los desafíos de la campaña para las elecciones generales igual que lo hicimos en los tres comicios regionales, es decir, unidos", resaltó.
Merkel anunció que a principios de julio será presentado el programa electoral de los conservadores, que pondrá el acento entre otros en los puestos de trabajo del futuro y en la digitalización.
Al mismo tiempo negó que el endurecimiento de su política de refugiados tras la llegada masiva Alemania hubiera contribuido a los buenos resultados electorales.
"Alemania realizó una gran tarea humanitaria en el año 2015", tras lo cual se trabajó para ordenar la llegada de los refugiados y para integrarlos, argumentó. "Esta es una consecuencia lógica que destaca la grandiosa labor que cumplimos".
Tras abrir las puertas a más de un millón de refugiados del Cercano y Medio Oriente y África, la popularidad de Merkel se desplomó y los conservadores hilvanaron varios reveses electorales para recuperarse al mermar la llegada de refugiados con el cierre de la ruta por el sureste de Europa y el acuerdo con Turquía para evitar el éxodo por mar.
"Ayer fue un día de gran alegría para nosotros", declaró Merkel un día después de que sus conservadores arrebataran el poder a los socialdemócratas en la región más populosa del país y un "peso pesado" a nivel económico.
La CDU de Merkel se erigió en primera fuerza, con 33 por ciento de los votos, frente al 31,2 por ciento del Partido Socialdemócrata, y podrá encabezar el Gobierno de este tradicional estado socialdemócrata por segunda vez en 50 años.
Los democristianos encadenaron el domingo la tercera victoria consecutiva en comicios regionales tras las del Sarre (26 de marzo) y Schleswig-Holstein (7 de mayo).
Con el impulso recibido a nivel regional, Merkel anunció una "nueva fase" de la campaña electoral de cara a la gran cita de septiembre en la que tendrá por principal rival al líder socialdemócrata Martin Schulz, debilitado por el triplete de derrotas de su agrupación.
"Somos conscientes de que esta nueva fase demanda nuevos esfuerzos y de que queremos superar con éxito los desafíos de la campaña para las elecciones generales igual que lo hicimos en los tres comicios regionales, es decir, unidos", resaltó.
Merkel anunció que a principios de julio será presentado el programa electoral de los conservadores, que pondrá el acento entre otros en los puestos de trabajo del futuro y en la digitalización.
Al mismo tiempo negó que el endurecimiento de su política de refugiados tras la llegada masiva Alemania hubiera contribuido a los buenos resultados electorales.
"Alemania realizó una gran tarea humanitaria en el año 2015", tras lo cual se trabajó para ordenar la llegada de los refugiados y para integrarlos, argumentó. "Esta es una consecuencia lógica que destaca la grandiosa labor que cumplimos".
Tras abrir las puertas a más de un millón de refugiados del Cercano y Medio Oriente y África, la popularidad de Merkel se desplomó y los conservadores hilvanaron varios reveses electorales para recuperarse al mermar la llegada de refugiados con el cierre de la ruta por el sureste de Europa y el acuerdo con Turquía para evitar el éxodo por mar.
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