Fiscalía alemana acusa a un refugiado de asesinar a una estudiante

Friburgo (Alemania), 31 mar (dpa) - Casi cinco meses y medio después de que apareciera el cuerpo sin vida de una estudiante en Friburgo, en el sur de Alemania, la Fiscalía acusó hoy formalmente de su asesinato al refugiado detenido semanas después del suceso que conmocionó al país.

Hussein K., supuestamente de 17 años cuando ocurrió el asesinato que se le imputa, será juzgado por un tribunal de menores en Friburgo, informó la Justicia alemana.

La estudiante de 19 años fue violada y asesinada en octubre de 2016. Siete semanas después el sospechoso fue detenido por las autoridades. El refugiado dijo entonces tener 17 años. Sin embargo, dos miembros de la Fiscalía solicitaron un dictamen al respecto bajo la sospechosa de que en el momento del crimen tenía al menos 22 años.

La joven universitaria se dirigía sola a casa en su bicicleta procedente de una fiesta cuando, según revelaron las investigaciones, fue atacada, estrangulada y violada por el sospechoso. Después, éste introdujo el cuerpo inconsciente de su víctima en el río Dreisam donde la estudiante se ahogó.

El cadáver fue encontrado a la mañana siguiente. Gracias a huellas en el cuerpo en el lugar del crimen y del análisis de unas imágenes de video en un tranvía, la Policía dio con la pista del sospechoso.

El caso desató un acalorado debate en Alemania sobre la política de refugiados, después de que en 2015 llegaran casi un millón de solicitantes de asilo al país europeo.

Hussein K. vivía en Friburgo con una familia de acogida al ser considerado un refugiado menor de edad.

Como la cuestión de la edad no se ha podido esclarecer por completo será juzgado en base a la ley de menores, explicó la Fiscalía. El tribunal puede también durante el proceso decidir si lo juzga como adulto al final.

Como mayor de edad podría ser penado a cadena perpetua, pero como menor la condena máxima sería de diez años, aunque en casos de personas casi adultas son posibles penas más duras de hasta 15 años.

Hussein K. llegó en noviembre de 2015 al país sin papeles, en plena crisis de los refugiados, de acuerdo con las autoridades alemanas. El joven había sido condenado a diez años de prisión en 2013 en Grecia por intento de asesinato de una mujer, pero en octubre de 2015 salió en libertad vigilada.

El identificado allí como iraquí desapareció al poco tiempo de dejar la prisión. Poco después apareció en Alemania, donde no tenían constancia de sus antecedentes criminales ya que las autoridades griegas dictaron una orden nacional de búsqueda, pero no internacional.

Junto con las dudas en torno a su edad, no está clara su nacionalidad. Según sus propios datos, procede de Afganistán, algo que desde la Fiscalía dicen que no es seguro que así sea.