Presidente de PSA exige que Opel se sanee antes de la adquisición
París, 23 feb (dpa) - El presidente del grupo automotor francés PSA, Carlos Tavares, estableció hoy como condición para adquirir el fabricante alemán Opel que la automotriz alemana presente su plan de saneamiento.
"Les corresponde a ellos elaborar su plan", dijo Tavares al presentar en París los resultados para 2016 de la compañía fabricante de las marcas Peugeot y Citroën.
Según Tavares, Opel, una subsidiaria de la estadounidense General Motors, se encuentra en una situación similar a la de PSA hace cuatro años, cuando la empresa francesa fue reestructurada, con ayuda del Estado, tras registrar pérdidas.
El presidente de PSA se pronunció por que Opel, en caso de una adquisición, siga siendo una empresa alemana. "Eso va en interés nuestro", recalcó Tavares, al recordar que hay clientes que nunca comprarían automóviles de fabricación francesa.
Con la eventual adquisición de Opel, PSA aspira, según Tavares, a convertirse en un "campeón automovilístico europeo", ocupando el segundo lugar en el mercado detrás de Volkswagen.
Tavares calculó que una fusión entre PSA y Opel podría elevar la capacidad de producción a mediano plano a más de cinco millones de automóviles.
El fabricante francés casi duplicó el año pasado su beneficio neto, hasta 1.730 millones de euros (1.820 millones de dólares). En cambio, la facturación se redujo a causa de fluctuaciones cambiarias a 54.000 millones de euros.
"El acuerdo aún no ha sido sellado" subrayó Tavares, al insistir en que se cumplan todos los acuerdos pactados con la plantilla de Opel. "Nosotros, PSA, cumplimos con lo acordado", aseguró el empresario, quien no descartó que en el futuro los coches de la marca Opel también se vendan fuera de Europa Occidental.
En Berlín, la ministra alemana de Economía, Brigitte Zypries, prometió defender durante la reunión que mantendrá hoy con su homólogo francés, Michel Sapin, la permanencia en Alemania de las tres plantas de Opel, donde trabajan más de 27.000 personas.
"Les corresponde a ellos elaborar su plan", dijo Tavares al presentar en París los resultados para 2016 de la compañía fabricante de las marcas Peugeot y Citroën.
Según Tavares, Opel, una subsidiaria de la estadounidense General Motors, se encuentra en una situación similar a la de PSA hace cuatro años, cuando la empresa francesa fue reestructurada, con ayuda del Estado, tras registrar pérdidas.
El presidente de PSA se pronunció por que Opel, en caso de una adquisición, siga siendo una empresa alemana. "Eso va en interés nuestro", recalcó Tavares, al recordar que hay clientes que nunca comprarían automóviles de fabricación francesa.
Con la eventual adquisición de Opel, PSA aspira, según Tavares, a convertirse en un "campeón automovilístico europeo", ocupando el segundo lugar en el mercado detrás de Volkswagen.
Tavares calculó que una fusión entre PSA y Opel podría elevar la capacidad de producción a mediano plano a más de cinco millones de automóviles.
El fabricante francés casi duplicó el año pasado su beneficio neto, hasta 1.730 millones de euros (1.820 millones de dólares). En cambio, la facturación se redujo a causa de fluctuaciones cambiarias a 54.000 millones de euros.
"El acuerdo aún no ha sido sellado" subrayó Tavares, al insistir en que se cumplan todos los acuerdos pactados con la plantilla de Opel. "Nosotros, PSA, cumplimos con lo acordado", aseguró el empresario, quien no descartó que en el futuro los coches de la marca Opel también se vendan fuera de Europa Occidental.
En Berlín, la ministra alemana de Economía, Brigitte Zypries, prometió defender durante la reunión que mantendrá hoy con su homólogo francés, Michel Sapin, la permanencia en Alemania de las tres plantas de Opel, donde trabajan más de 27.000 personas.
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