FAO
El anuncio de la FAO marca la primera vez que un sitio en Asia Central obtiene la designación de Sistema Importante del Patrimonio Agrícola Mundial (SIPAM).
08/07/2025
Roma - Un sistema agropastoral de montaña integrado en Tayikistán se ha convertido en la primera incorporación de Asia central a los Sistemas de Patrimonio Agrícola Mundial, junto con un sistema agroforestal de pinos, un sistema tradicional de bambú y pesca en la República de Corea y un sistema agrosilvopastoral en Portugal.
“Con su expansión a nuevas regiones y países, la red SIPAM demuestra una vez más su papel distintivo al mostrar sistemas agrícolas que promueven las tradiciones cultivadas por las comunidades y formas de subsistir en armonía con la naturaleza”, afirmó Kaveh Zahedi, Director de la Oficina de Cambio Climático, Biodiversidad y Medio Ambiente de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). “A medida que enfrentamos la crisis climática y la pérdida de biodiversidad, la contribución de métodos tradicionales para fortalecer la resiliencia y utilizar la biodiversidad de forma sostenible es aún más vital para transformar nuestros sistemas agroalimentarios y afrontar los desafíos”.
Los sistemas se designaron formalmente en el marco del programa insignia de la FAO durante una reunión del Grupo Asesor Científico de los SIPAM, celebrada del 7 al 8 de julio de 2025. Con estas nuevas incorporaciones, la red mundial de patrimonio agrícola de la FAO asciende a 99 sistemas en 29 países . Junto con el primero de Tayikistán, los nuevos sistemas designados elevan a nueve el número de sistemas en la República de Corea (Corea del Sur) y a dos el de Portugal.
Ante el creciente interés de todo el mundo, se prevé que las designaciones SIPAM superen las 100 cuando se celebre la Ceremonia de Entrega de Certificados el 31 de octubre en el contexto de las celebraciones del 80º aniversario de la FAO.
Sistema agroforestal de pinos de Uljin, República de Corea (Corea del Sur)
Las comunidades agrícolas de esta zona oriental del país han desarrollado un sistema agroforestal único basado en el pino, adaptado a terrenos montañosos y climas costeros. Durante generaciones, los bosques de pino rojo (Pinus densiflora) se han gestionado conjuntamente con la apicultura, la recolección de setas, la agricultura de secano y la producción tradicional de sal.
Sus pinares albergan más de 300 especies, incluyendo plantas silvestres comestibles, hongos y polinizadores vitales para la salud del ecosistema. La estructura forestal protege contra la erosión, regula los microclimas y estabiliza las laderas de las montañas.
La gestión de los bosques de pinos implica técnicas tradicionales como la extracción de resina, la prevención de incendios mediante la limpieza del sotobosque y el aclareo selectivo para mejorar la salud del bosque.
Sistema de pesca tradicional Jukbangryeom en el estrecho de Jijok, República de Corea (Corea del Sur)
En las aguas mareales del estrecho de Jijok, en Corea, el sistema Jukbangryeom utiliza presas de bambú para la pesca de anchoa sin combustible, captura incidental ni daños al hábitat. Practicado durante siglos, refleja el conocimiento ecológico tradicional y un estilo de vida costero semiagrícola. Este sistema de bajo impacto ambiental sustenta la biodiversidad, los medios de vida y la identidad cultural en armonía con la migración de los peces.
Los pescadores locales utilizan un sistema de trampas pasivas con estructuras fijas, colocadas perpendicularmente a la corriente de marea, para guiar a los peces hacia las cámaras de retención. Esta técnica, de alta selectividad, tiene una historia documentada de al menos 500 años de uso.
El sistema apoya a pescadores artesanales, mercados locales, industrias de secado de anchoveta y cooperativas de procesamiento lideradas por mujeres. Convive con la vida marina sin perturbar las rutas migratorias, las zonas de reproducción ni los ecosistemas del fondo marino.
Sistema Agrosilvopastoril Montado de las Colinas de Serpa, Portugal
El Montado da Serra de Serpa, situado en el sur de Portugal, destaca por ser uno de los sistemas agrosilvopastoriles más antiguos de Europa, donde los bosques de alcornoques y encinas se gestionan con notable conciencia ecológica. Mediante el pastoreo extensivo y de baja intensidad, la agricultura de secano y la gestión forestal, las comunidades han configurado un paisaje multifuncional que conserva la biodiversidad, sustenta las economías rurales y encarna un modelo mediterráneo de resiliencia climática y restauración del territorio.
El sistema alberga una rica fauna silvestre con más de 120 especies de aves, setas forestales y especies amenazadas como el lince ibérico y el buitre negro.
La cubierta arbórea reduce la erosión, mejora la retención de agua y almacena carbono en el suelo y la biomasa. Los bosques se integran con cereales, legumbres, pastos, apicultura y pastoreo extensivo de ovejas y cabras, generando ingresos a partir del corcho, la carne, la miel, las hierbas aromáticas, las setas y el turismo de naturaleza.
Ha sido reconocido dentro de la UE como un sistema agrícola de alto valor natural, una designación otorgada a paisajes agrícolas de baja intensidad que sustentan una alta biodiversidad y contribuyen a los objetivos climáticos y de conservación.
Sistema agropastoral integrado del valle de Almosi adaptado a las condiciones de montaña, Tayikistán
Este sistema agropastoral integrado combina la trashumancia estacional de ovejas con el cultivo de uvas, cereales, huertos y hortalizas en agrestes paisajes montañosos. Forjado a lo largo de siglos, promueve la seguridad alimentaria y de los medios de vida, conserva la agrobiodiversidad y preserva el patrimonio cultural. Arraigado en el conocimiento ancestral, sustenta comunidades resilientes que enfrentan la erosión del suelo, la escasez de agua y la variabilidad climática.
El valle alberga diversos ecosistemas y una amplia gama de cultivos y ganado, incluyendo variedades autóctonas de trigo, cebada y hortalizas, además de la oveja local Hisori. La uva rosa Toifi es fundamental para la identidad del valle, valorada por su calidad y procesada para elaborar pasas, jarabe (shirini), zumo y vino.
La agricultura se guía por prácticas ancestrales, incluida la siembra en contornos, la fertilización orgánica, el calendario Muchal, la orientación de la agricultura basada en señales ambientales y antiguos métodos de irrigación para conservar el agua.
La gestión comunitaria se coordina a través de comités mahalla (vecinos), granjas familiares, cooperativas y granjas colectivas, lo que garantiza la transmisión de conocimientos, el uso compartido de los recursos y la continuidad cultural.
0 Comentarios