FAO intensifica su respuesta de emergencia con una campaña de distribución de semillas dirigida a 7,5 millones de personas

 FAO

Una iniciativa vital para impulsar la producción local de alimentos y restablecer los medios de vida en medio del conflicto en curso

30/06/2025

Roma/Puerto Sudán – La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha lanzado una campaña de distribución de semillas de emergencia a gran escala dirigida a 1,5 millones de familias agrícolas, o aproximadamente 7,5 millones de personas, en 17 de los 18 estados de Sudán.

La campaña de distribución de semillas de 2025 comenzó en Darfur Occidental, donde más de 750 000 personas —más de la mitad de la población— se enfrentan a una hambruna grave o incluso peor debido al conflicto y la inseguridad alimentaria. La FAO está proporcionando semillas urgentemente necesarias de sorgo, mijo, garbanzo y guandú para ayudar a las familias a sembrar para la temporada agrícola principal de 2025. Con el apoyo del Fondo Central para la Acción en Casos de Emergencia (CERF) de las Naciones Unidas, Suiza, el Fondo de Qatar para el Desarrollo a través de la Educación Sobre Todo y la Unión Europea, esta campaña complementa la respuesta de emergencia más amplia de la FAO en los sectores agrícola y ganadero.

“Plantar semillas significa cultivar la esperanza de obtener alimentos. Esto no es solo una crisis de hambre, es una carrera contrarreloj para salvar vidas”, afirmó QU Dongyu, Director General de la FAO. “Debemos actuar con rapidez y decisión para que quienes más lo necesitan puedan producir rápidamente los alimentos que necesitan para sobrevivir”.

La escalada de violencia agrava la crisis de inseguridad alimentaria

La crisis humanitaria de Sudán ha alcanzado niveles catastróficos. Según el último análisis de la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases (CIF), publicado en diciembre de 2024, la mitad de la población (24,6 millones de personas) se enfrenta a altos niveles de inseguridad alimentaria aguda (CIF Fase 3 o superior). El Comité de Revisión de la Hambruna de la CIF ha declarado hambruna (CIF Fase 5) en cinco zonas, que afecta a 637 000 personas, y se prevé que podría extenderse a cinco más.

El último informe sobre zonas críticas de hambre  sitúa a Sudán entre las cinco zonas más preocupantes. Las comunidades sufren hambruna, corren el riesgo de sufrirla o se enfrentan a niveles catastróficos de inseguridad alimentaria aguda, impulsados ​​por la escalada del conflicto, las continuas crisis económicas y los desastres naturales. Estas crisis se ven agravadas por las crecientes limitaciones de acceso y la importante escasez de financiación.

La respuesta de primera línea de la FAO ante una crisis que se agrava

Desde junio de 2025, la FAO y sus socios de recursos e implementación han distribuido cerca de 1000 toneladas métricas de semillas de sorgo, mijo y okra en los estados de Darfur Central, Occidental, Oriental y Meridional. Además, la FAO está adquiriendo más de 3000 toneladas métricas de semillas de cultivos para apoyar a casi 330 000 hogares, beneficiando a más de 1,6 millones de personas.

La FAO también está intensificando su respuesta veterinaria, con planes de vacunar a 8 millones de animales propiedad de 3 millones de personas en todo Sudán, un sustento vital para las comunidades rurales donde el ganado es fundamental para la alimentación y los ingresos.

A pesar de la urgencia, la respuesta sigue con una grave insuficiencia de fondos. La FAO necesita más de 156,7 millones de dólares para brindar apoyo vital a más de 14 millones de personas en 2025. Hasta la fecha, solo se han conseguido 4,1 millones de dólares, lo que deja un asombroso déficit de financiación de 152,6 millones de dólares.

La distribución de semillas de la FAO es una de las respuestas humanitarias más rentables e impactantes a la crisis del hambre en Sudán, ya que permite a la población no solo sobrevivir, sino también mantenerse con dignidad produciendo sus propios alimentos y reconstruyendo sus medios de vida. Sin embargo, sin una acción humanitaria urgente y ampliada —que incluya apoyo agrícola de emergencia y acceso sin trabas a las comunidades afectadas por el conflicto—, la crisis no hará más que agravarse.