¿A qué recortes podrían tener que hacer frente los alemanes en 2024?

Por Andreas Hoenig (dpa)

Berlín, 10 dic (dpa) - En una nueva ronda de negociaciones que podría ser la definitiva, el canciller alemán, Olaf Scholz, se reúne hoy con el vicecanciller Robert Habeck y el ministro de Finanzas, Christian Lindner, para tratar de encontrar una solución al agujero en las cuentas de cara a 2024.


Los tres dirigentes llevan días buscando cómo cubrir los 17.000 millones de euros (18.300 millones de dólares) que faltan para el presupuesto del año próximo, pero también los 60.000 millones de euros que se habían previsto en el Fondo para el Clima y la Transformación hasta 2027 y que tras una sentencia del Tribunal Constitucional ya no están disponibles.


El motivo es que ese dinero estaba destinado a la pandemia de coronavirus, y el tribunal consideró nula su reasignación posterior a la lucha contra el cambio climático.


Aún no se conocen las bases de un posible compromiso entre los tres dirigentes del Partido Socialdemócrata (SPD, Scholz), Los Verdes (Habeck) y los liberales (FDP, Lindner), pero una cosa parece clara: hay que ahorrar. Y eso puede perjudicar también a los ciudadanos.


Según Habeck, los dirigentes de los partidos de la coalición avanzan "paso a paso" e intentan compensar los fondos que faltan. Por su parte, el líder del grupo parlamentario liberal, Christian Dürr, dijo en rbb24 Inforadio que no hay una solución única, sino que se estaba estudiando "muy de cerca los muchos miles de partidas presupuestarias".


Qué ámbitos podrían verse afectados


Lindner es partidario de ahorrar en el sector social, donde aboga por hacer un uso más efectivo del dinero. "Tenemos que conseguir que trabajen más personas que ahora reclaman prestaciones", dijo.


Sin embargo, el SPD en particular rechaza los recortes del presupuesto social. "No habrá recortes en el Estado del bienestar en Alemania en una situación como rsta", prometió Scholz el sábado en la conferencia federal de su partido.


Lindner también quiere ahorrar en ayuda financiera internacional y revisar las subvenciones, pero la coalición ya ha dejado claro que eso no incluye las ayudas para la sustitución de los sistemas de calefacción, que se pagan con el fondo climático.


Por otra parte, es incierto por ejemplo cuántos de los miles de millones de financiación prometidos se destinarán a modernizar la red ferroviaria, que se encuentra en parte deteriorada.


El fondo también estaba destinado a financiar la expansión de la electromovilidad y la infraestructura de recarga: ¿se recortarán ahora las subvenciones estatales a los coches eléctricos?


Los Verdes llevan mucho tiempo pidiendo una reducción de las subvenciones perjudiciales para el clima, incluidas las ventajas fiscales para los coches de empresa. Y también podría estar sobre la mesa la abolición de las ventajas fiscales con las que contaba hasta ahora el diésel.


Para aumentar los ingresos, la coalición también podría subir el precio del CO2 para el repostaje y la calefacción con combustibles fósiles, pero en ese caso es cuestionable entonces cómo se van a amortiguar socialmente los costes adicionales.


Freno de la deuda

Uno de los principales debates actuales en Alemania es si debería volverse a suspender el llamado freno de la deuda el año que viene, es decir superar el límite máximo de endeudamiento que está anclado en la Ley Fundamental (Constitución) alemana.


El SPD y Los Verdes están a favor y hay economistas que lo ven viable, en vista de que Alemania sigue lidiando con las repercusiones de la pandemia y la crisis energética causada por la guerra de Ucrania.


Para anular el freno de la deuda es necesario que el Bundestag (Parlamento) declare una situación de emergencia, por ejemplo debido a la guerra en Ucrania.


Sin embargo, hasta ahora Lindner no está convencido de ello, en parte porque teme que el Gobierno federal acabe de nuevo en los tribunales: es muy probable que en ese caso fuese demandado por la oposición conservadora de la Unión Demócrata Cristiana y la Unión Social Cristiana (CDU/CSU).


Al margen de los posibles recortes, los hogares y las empresas podrían tener que pagar precios más altos por la electricidad.


La coalición había previsto una subvención de hasta 5.500 millones de euros para las tarifas de red del año que viene, pero el dinero iba a proceder del fondo de estabilización económica, que se disolverá a raíz de la sentencia del Constitucional. Por lo tanto, la subvención tendría que proceder ahora del presupuesto básico, que ya se encuentra bajo presión.


Además, un paquete multimillonario para aliviar la carga de la industria y las pymes podría volver a ponerse en entredicho a la vista de los elevados precios de la electricidad. Entre otras cosas, este preveía bajar el impuesto sobre la electricidad para todas las empresas manufactureras al nivel mínimo permitido en la Unión Europea (UE).


Marcel Fratzscher, presidente del Instituto Alemán de Investigación Económica, opinó que "declarar la emergencia para 2024 y cumplir todas las promesas es, con mucho, la mejor manera de evitar daños económicos aún mayores".