Presidente alemán realiza visita al gélido norte del Ártico

Por Ulrich Steinkohl (dpa)

Tuktoyaktuk (Canadá), 27 abr (dpa) - El presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, tuvo que hacer frente a un extenso periplo para visitar el helado norte de Canadá, en el cierre de su viaje oficial de cuatro días a ese país.


Para llegar a ese destino, el jefe de Estado germano tuvo que viajar en un Airbus de las Fuerzas Áereas alemanas durante dos horas y media, desde Vancouver hasta Yellowknife, la capital de los Territorios del Noroeste de Canadá.


Allí, la delegación cambió a un avión de hélice más pequeño y continuó su vuelo durante casi tres horas hacia el norte, a la comunidad de Tuktoyaktuk, al norte del Círculo Polar Ártico.


Y, cuando Steinmeier y sus acompañantes finalmente descendieron los cinco escalones de la aeronave, les sopló en el rostro un viento gélido que envolvía copos de nieve.


La gobernadora general de Canadá, Mary Simon, representante del rey Carlos III de Inglaterra en el país, fue quien realizó la invitación a que Steinmeier conociera su tierra de origen.


Previamente en el viaje se habló mucho de las relaciones en política, ciencia y economía entre Canadá y Alemania. Pero el foco ahora se puso en torno a un tema radicalmente distinto: el cambio climático.


Simon tiene una respuesta sencilla a la pregunta de por qué es importante subir hasta esta zona: porque aquí pueden observarse los efectos devastadores del cambio climático en las comunidades, en las personas, en sus modos de vida. "No es teórico. No sucederá en el futuro. Acontece hoy".


En la sala comunal, el alcalde, Erwin Elias, explicó a los visitantes alemanes lo que esto significa concretamente para su localidad. Y les mostró una foto de casas que parecen estar de pie en medio del océano Ártico azotado por la tormenta.


Luego proyectó un diagrama en la pantalla que mostraba cómo se reducirá la península en las próximas décadas si no se toman medidas para contrarrestarlo e informaba sobre el arduo reasentamiento de las casas amenazadas.


"La región ártica es la que se calienta más rápidamente en la Tierra", señaló Antje Boetius, quien acompañaba al presidente alemán.


Boetius es la directora del Instituto Alfred Wegener, que se dedicó a la investigación de los mares y polos desde hace décadas. "Estamos hablando de un calentamiento cuatro veces más rápido que el promedio mundial de los últimos 40 años", detalló.


Respecto del deshielo de permafrost, explicó, la consecuencia es que "lo que fue fondo duro y fiable durante miles de años se está convirtiendo en masas de barro".


La consecuencia es que las casas y calles que se encontraban sobre un suelo hasta ahora seguro empiezan a hundirse, se vuelven inhabitables e intransitables. La costa, en tanto, sufre la erosión.


La científica especificó que esto además tiene otra causa: "El segundo factor importante es la disminución del hielo marítimo. Cuando grandes zonas del océano se quedan sin hielo, el viento tiene la oportunidad de levantar fuertes olas".


"Y cuando las olas chocan contra la tierra, que ya está debilitada, se produce una erosión realmente rápida", agregó. Cada año, el mar devora así metros de tierra indefensa.


Unos 900 inuit residen en Tuk, tal como se llama al asentamiento. Por lo general viven de la caza y la pesca. Steinmeier se mostró conmovido tras la conversación en la sala comunal.


"Es increíble con qué esfuerzo, con qué compromiso, con qué ambición la gente se defiende de las consecuencias del calentamiento global. Cuánto luchan por proteger la naturaleza. Y cuánto piden también que la lucha contra el cambio climático en esta región inhóspita no se deje solo en sus manos, sino que se convierta en una tarea de la comunidad internacional en su conjunto", comentó.