Leverkusen (Alemania), 19 may (dpa) - El presidente del Bayer Leverkusen, el español Fernando Carro, reconoció con un lacónico "esto duele" la eliminación sufrida por el club alemán ante la Roma en las semifinales de la Liga Europa.
Carro se dirigió al vestuario con la cabeza gacha y entró en él poco antes que el actual director deportivo de la Federación Alemana de Fútbol (DFB), el exinternacional Rudi Völler, que hasta el pasado verano europeo fue director deportivo del club. La tarea de consolar a la plantilla dirigida por el también español Xabi Alonso era difícil.
La decepción en el club renano era palpable en todas partes tras la eliminación en semifinales de la Liga Europa, después de finalizar el partido de vuelta en el BayArena con un empate sin goles contra la Roma.
La primera final europea en 21 años estaba al alcance de la mano a pesar del 1-0 favorable a los italianos de la ida. El primer título en 30 años parecía realista. Sin embargo, un número significativamente mayor de disparos a puerta no bastó para imponerse a los romanos ante su propia afición.
Ahora, al final de una emotiva montaña rusa a lo largo de la temporada, el Leverkusen podría encontrarse con las manos completamente vacías. En la próxima temporada, cabe la posibilidad de que tengan que ver por televisión cómo sus rivales de la Bundesliga celebran sus logros europeos, unos cuantos en el primer semestre de 2023.
Eso solo puede evitarse si el Leverkusen, actualmente séptimo, acaba sexto en la clasificación. O si defiende la séptima plaza y el Leipzig gana la Copa Alemana.
Pero Alonso ni siquiera quiso hablar de este panorama y de la Bundesliga en su decepción del jueves por la noche. "Hablaremos de eso mañana", dijo. "No estuvimos peor en ninguno de los dos partidos. Quizá diez minutos entre los dos. Habríamos merecido el pase a la final. Pero no quiero llorar", agregó.
Por su parte, el director deportivo, Simon Rolfes, centró inmediatamente su atención en la recta final de la Bundesliga. Para él, un año sin título europeo significaría no alcanzar ninguno de los objetivos al final de una temporada con una serie trepidante con 14 partidos sin perder este año.
Rolfes señaló que también sería un golpe emocional, sobre todo ahora que en Leverkusen se han encariñado tanto con las noches europeas.
"Creo que jugamos unos partidos magníficos en Europa y representamos bien a Alemania", declaró.
"El equipo se abrió camino en la competición desde un momento difícil en la Bundesliga. Merece mucho respeto por ello. Ahora tenemos que trasladar esta energía a los dos últimos partidos de la Bundesliga para terminar la temporada en un puesto (de clasificación) europeo, y poder volver a intentarlo el año que viene", añadió.
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