Tras perder el liderato, al Bayern le esperan semanas frenéticas

Por Christian Kunz (dpa)

Múnich, 24 abr (dpa) - Las imágenes de los frustrados directivos del Bayern Múnich en sus asientos de honor son las mismas partido tras partido en las últimas semanas, y Oliver Kahn, Hasan Salihamidzic y Herbert Hainer comparten la misma expresión gélida últimamente.


A un mes de la reunión ordinaria del consejo de administración del club, en la que la opinión del presidente honorario Uli Hoeness sigue siendo probablemente la más importante, ya se discute abiertamente quién es el culpable de la desastrosa situación del Bayern.


Los sucesivos golpes en la carrera por los títulos y los trofeos de la temporada pesarán el 22 de mayo. En la reunión se planteará probablemente si se pone fin al mandato del presidente de la junta directiva del club, Kahn, que se extiende hasta finales de 2024, o si se dirá adiós al director deportivo, Salihamidzic, cuyo contrato se extiende hasta junio de 2026.


La decisión tal vez será seguir confiando en ambos, o una completa reestructuración de la dirección del club. Si se toma como ejemplo el adagio bursátil "La tendencia es tu amiga", que a Hoeness le gusta aplicar a los asuntos deportivos, habrá consecuencias personales. Pero eso también sería costoso para el Bayern.


"¿Dónde están los tornillos que tenemos que ajustar?", dijo en su momento Hainer, en referencia a la plantilla más cara de la historia del club. Pero también hay un análisis profundo a otros niveles, sobre todo desde que Kahn y Salihamidzic asumieron un gran riesgo con el espectacular cambio de entrenador, sustituyendo a Julian Nagelsmann por Thomas Tuchel, infructuoso por el momento.


En lugar de mejorar, la situación ha ido a peor: hace un mes era posible lograr tres títulos, ahora el Bayern es segundo en la liga, por detrás del Borussia Dortmund, tras caer eliminado en la Liga de Campeones y en la Copa Alemana. El objetivo es al menos asegurar el campeonato y evitar más daños a Tuchel.


Tras el último año sin títulos del Bayern en 2012, cuando tuvo que felicitar al Dortmund por el doblete y al Chelsea en el Allianz Arena, el mandato del director deportivo Christian Nerlinger llegó a su fin. Matthias Sammer le sustituyó y empezó la década prodigiosa.


Ahora Kahn está en el punto de mira, Salihamidzic también. Después de que el bosnio, director deportivo en 2017 y en la junta directiva desde 2020, fuera celebrado como rey de los fichajes hace apenas seis meses, ahora se critican los puntos débiles de la plantilla, especialmente tras la marcha de Robert Lewandowski al Barcelona.


Sadio Mané, cuya incorporación se presentó como un hito, marcó en Mainz después de muchos problemas, pero no es el que más rinde. Además, el conjunto, que este año tiene que prescindir de su principal figura, el portero Manuel Neuer, no se presenta en absoluto como una unidad.


A diferencia de Kahn, Salihamidzic puede presumir del histórico año de los seis títulos en 2020 con Hansi Flick como entrenador, con el que se enemistó. Además, se considera que tiene una conexión con la cúpula del Bayern más estrecha que Kahn. "Hay que convivir con las críticas en vista de los resultados", dijo Salihamidzic.


Eso es lo que intenta hacer también Kahn, que no quiere "ceder ni un ápice" tras la derrota de los bávaros por 3-1 ante el Mainz el sábado. Su mentalidad indomable fue un argumento para que Hoeness lo eligiera para ser presidente de la junta directiva, por lo que es lógico que actúe con calma y analíticamente.


Kahn sucedió a Karl-Heinz Rummenigge en el verano europeo de 2021 y lanzó su propio proyecto en el club, pero no es tan fácil de captar en un mundo futbolístico que se fija en los resultados. ¿"Solo" campeones en 2022? ¿Y ahora?


A Kahn se le mide ante todo por los títulos, él mismo es consciente de ello. Ya lo sabe de su época de jugador, como reconoció. Después de la temporada, aseguró que hará un examen de conciencia y se planteará "muchas, muchas preguntas".


Incluso antes de que se tomen posibles decisiones, la sucesión de Kahn se discute como algo natural. El hijo de Uli Hoeness, Florian, o el regreso de Rummenigge son difíciles de imaginar. Igual que una solución con el exdirector de la Federación Alemana de Fútbol (DFB), Oliver Bierhoff, que no es uno de los favoritos de Hoeness.


Tras su exitoso trabajo en la Liga Alemana de Fútbol (DFL), el exdirector general Christian Seifert tendría sin duda la categoría necesaria para un puesto en la cúpula del Bayern. Sin embargo, Seifert trabaja actualmente en una nueva plataforma de televisión deportiva junto con el gigante mediático Axel Springer.


En el peor de los casos, se cuestiona si el club reconsiderará la máxima de que la directiva esté formada por antiguas estrellas del club. El momento de la verdad es la reunión del consejo, en la que Hoeness aporta con diferencia los mayores conocimientos futbolísticos entre grandes de la empresa y la política.


"Los aficionados pueden estar muy satisfechos de cómo está el Bayern. Hasan tiene un excelente olfato para el desarrollo de la plantilla y de toda el área deportiva. Oliver está llevando adelante al Bayern como presidente de la junta directiva con ideas innovadoras para el futuro", los elogió Hainer en marzo.


Cinco semanas después, el mundo del Bayern ya no es tan de color de rosa.