Muere a los 103 años último fiscal de juicios de Núremberg sobreviviente

Washington, 9 abr (dpa) - Benjamin Ferencz, fiscal jefe en los juicios de Núremberg que exigieron responsabilidades a los criminales nazis tras la Segunda Guerra Mundial, falleció a la edad de 103 años.


Ferencz procesó a oficiales alemanes acusados de crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra. Entre ellos se encontraban los cuatro comandantes de los grupos especiales de las SS que asesinaron a mujeres, hombres y niños indefensos en los territorios orientales europeos conquistados.


Ferencz fue el último fiscal vivo de los juicios, según el Museo del Holocausto de Estados Unidos, que lo calificó de "líder en la búsqueda de justicia para las víctimas del genocidio y crímenes relacionados" con este.


El exfiscal falleció el viernes en un centro asistencial de Florida, según informaron el sábado los medios estadounidenses citando a su hijo, Don Ferencz.


Ferencz nació en 1920 en Transilvania (entonces Hungría), hijo de judíos ortodoxos, y emigró a Estados Unidos con sus padres cuando era niño. Creció en Nueva York en una situación modesta y más tarde estudió en la Facultad de Derecho de Harvard.


Antes de escribir historia como fiscal, Ferencz asistió como soldado estadounidense a la liberación de varios campos de concentración y descubrió atroces crímenes nazis. No tenía ni 30 años cuando juzgó a criminales de guerra nazis en Núremberg (Alemania).


Tras la Segunda Guerra Mundial, a partir de finales de noviembre de 1945, los aliados victoriosos juzgaron a los principales nazis en Núremberg, la ciudad que Adolf Hitler había planeado convertir en el centro de su Tercer Reich.


Entre ellos se encontraban Rudolf Hess, lugarteniente de Hitler, y Hermann Göring, jefe de las fuerzas aéreas alemanas. El juicio ante el Tribunal Militar Internacional terminó después de casi un año con 12 condenas a muerte.


De 1946 a 1949, al juicio principal le siguieron los llamados Juicios Subsiguientes de Núremberg. Hubo 12 juicios de este tipo, de los cuales Ferencz fue fiscal jefe en uno que se centró en los escuadrones de la muerte itinerantes nazis conocidos como Einsatzgruppen.


Veinte oficiales nazis fueron declarados culpables de crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y pertenencia a organización criminal por su participación en el asesinato de más de un millón de personas. Otros dos fueron condenados por cargos menores.


"La inquebrantable búsqueda de Ben de un mundo más pacífico y justo se extendió durante casi ocho décadas y marcó para siempre la forma en que respondemos a los peores crímenes de la humanidad. Hizo historia en Núremberg y siguió haciéndolo a lo largo de su extraordinaria vida", declaró Sara J. Bloomfield, directora del Museo Conmemorativo del Holocausto de los Estados Unidos.


El Tribunal Internacional de Justicia de La Haya, al que Ferencz se refirió como su "bebé" tras luchar por su creación, se considera un descendiente directo de lo ocurrido en Núremberg.


"Aprendí que una guerra puede convertir en asesinos en masa a personas por lo demás decentes ... La guerra en sí destruye todo sentido de la moralidad y ha sido glorificada durante siglos", dijo en una entrevista concedida a dpa en 2020.


Ferencz hizo un llamamiento a las nuevas generaciones para que sigan su ejemplo. "Debemos proteger los derechos, los derechos mínimos de todos los seres humanos a vivir en paz y con dignidad en todos los países", urgió entonces. "Ese es mi objetivo. Si comparten el objetivo, hagan lo que puedan".