Las automotrices alemanas pierden terreno en el mercado chino

Por Jan Petermann, Robin Wille y Jörn Petring (dpa)

Shanghai, 14 abr (dpa) - Los coches eléctricos saltan de inmediato a la vista en la sureña ciudad china de Shenzhen porque, a diferencia de los vehículos con motor a combustión, en vez de matrícula azul llevan una verde. 


Por eso, el mayor problema de los fabricantes alemanes en China se pone rápidamente de manifiesto porque, mientras que muchas marcas alemanas están representadas en los coches "azules", los fabricantes chinos dominan en los vehículos con matrícula verde. 


Los coches eléctricos no son una excepción en las calles de Shenzhen, sino que están omnipresentes. En algunas zonas de la ciudad circulan incluso más autos con matrícula verde que con azul. 


China es el mayor mercado automotor del mundo y el más importante para los fabricantes alemanes, pero la situación actual es tensa. 


Si bien los alemanes vendieron el año pasado 4,4 millones de coches en China, de acuerdo a las estadísticas de la Asociación Alemana de la Industria del Automóvil (VDA), lo que representa una cuota de mercado del 19,1 por ciento. 


Pero en el negocio de los motores eléctricos, en rápido crecimiento, la cuota de mercado fue de solo un cinco por ciento.


Ningún modelo alemán figura entre los diez coches eléctricos más vendidos en China. Solo Tesla logra entrar en la lista y es el único fabricante extranjero del ranking, dominado especialmente por la automotriz BYD, de Shenzhen. 


"Los fabricantes alemanes de automóviles se enfrentan ahora en China a un enorme viento en contra que proviene de las marcas nacionales", afirma el experto en automóviles Stefan Reindl, director del Instituto Geislingen para la Industria del Automóvil.


Los vehículos chinos son especialmente interesantes a nivel precio en las categorías inferiores del mercado automotor. Pero los chinos también se acercan cada vez más en la franja de las marcas premium, y a precios más asequibles. 


Reindl sospecha que "los fabricantes alemanes seguirán perdiendo cuota de mercado en China". 


Las automotrices alemanas tendrán que brindar respuestas en el Salón del Automóvil de Shanghai que comienza el próximo martes acerca de cómo quieren maniobrar la crisis. 


Para Volkswagen, el mayor fabricante de automóviles de Europa, el negocio en su mercado por amplia ventaja más importante ha sido de mediocre a difícil en los últimos años.


Los confinamientos por la pandemia de coronavirus y el caos en las cadenas de suministro golpearon tanto la producción como la red de venta. Las ventas en China de las marcas de Volkswagen de vehículos con todo tipo de motores de propulsión cayeron un 3,6 por ciento, hasta algo menos de 3,2 millones de vehículos.


Las ventas de vehículos eléctricos aumentaron sin embargo más de dos tercios, hasta 155.700 unidades, pero Volkswagen parte de un nivel comparativamente bajo y tuvo problemas para arrancar con la serie ID de su marca principal.


El experto en automóviles Reindl considera que los fabricantes premium alemanes tienen la oportunidad de posicionar sus productos aún más arriba, es decir, en un segmento de alta gama aún más exigente. 


Muchos chinos son cada vez más ricos y quieren destacar también en lo que refiere a coches. 


Reindl ve allí un problema para los coches de Volkswagen porque la marca depende mucho más de los vehículos pequeños. El experto prevé que esto será todo un reto porque los coches chinos son mucho más baratos.


Las cosas van mejor para Mercedes-Benz, el fabricante de automóviles con sede en la ciudad alemana de Stuttgart.


La empresa sigue una estrategia apostando por vehículos de lujo. En lugar de centrarse en conseguir un mayor margen de ganancias en la cantidad de venta, busca producir beneficios altos con coches especialmente caros.


En China, esto parece estar funcionando. Por ejemplo, más de uno de cada dos coches de la marca de lujo Maybach, perteneciente a Mercedes, fue a parar al gigante asiático el año pasado.


Los fabricantes de automóviles alemanes no podrían existir sin su negocio en China, afirma el experto del sector Ferdinand Dudenhöffer. El especialista subraya que esto no solo se debe al número de vehículos vendidos, sino también por su valor.


En China, señala, se venden sobre todo coches de alta gama y no compactos. "El dinero que se paga a los trabajadores y empleados y a los accionistas en Alemania se gana en China", dice Dudenhöffer.


El experto subraya que China además es importante porque ese país será en un futuro, y ya lo es ahora, un líder tecnológico en algunas áreas. "Ni siquiera podríamos entrar en la transformación sin los chinos", advierte.


En su opinión, sin los conocimientos de China, los alemanes no podrán fabricar coches competitivos en el futuro.